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Fomento destituye al director de Cercanías, tras exigir la Generalitat una nueva dirección

Una empresa que trabaja en el AVE causó ayer una grieta que afectó a los trenes de FGC

Ayer se produjeron dos nuevas incidencias en los trenes de Barcelona: una grieta en un túnel de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), debido a las obras del AVE, y la destitución del director de Cercanías, Josep Manau, por decisión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Antes, el Gobierno catalán había exigido un cambio que dotara de poderes a la dirección ferroviaria en Cataluña y la Agencia de Consumo, dependiente del Ejecutivo catalán, había abierto expediente informativo a Renfe, tras producirse el vigésimo quinto incidente que tuvo repercusiones en los trenes de la línea del Llobregat-Anoia de FGC. La empresa que realiza las obras, OHL, ya provocó una avería en Can Tunis hace unas semanas.

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El Gobierno catalán decidió ayer pasar a la acción, aunque Renfe aún depende del Ministerio de Fomento, y exigió cambios en la dirección ferroviaria en Cataluña. La actitud del Ejecutivo autonómico es uno de los primeros movimientos ante el traspaso del servicio de Cercanías, previsto en el Estatuto y que se debe emprender en la nueva legislatura. La reclamación tuvo un efecto inmediato: a primera hora de la noche el ministerio anunció la destitución de Manau y el nombramiento, de momento aplazado, de una futura autoridad ferroviaria.

Antes, el secretario de Movilidad, Manel Nadal, y el portavoz del Ejecutivo, Joaquim Nadal, habían transmitido al Ministerio de Fomento su protesta por el caos ferroviario y la exigencia de cambios en la dirección de Renfe, que la ministra de Fomento entendió que debía ser satisfecha.

La primera petición fue la creación de una autoridad ferroviaria responsable con sede en Cataluña que dé la cara cuando se produzca una avería, algo muy frecuente como demuestran los hasta 25 incidentes diversos en apenas un mes. La segunda demanda fue que se arbitre un procedimiento que dé respuesta al usuario de forma inmediata. La tercera, que se evalúe que el cúmulo de incidencias está afectando a la movilidad y a la economía del área metropolitana.

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La creación de una autoridad local ferroviaria no suponía, explicó Manel Nadal, que hubiera que cortar la cabeza de Manau. Se trataba de que se concediera a Ma-nau y al coordinador de Adif, Jordi Prat, poder real y autonomía de gestión y libertad para decidir. Y si no se les quería dar, que se nombrara a otra persona, pero lo que no puede ocurrir, según el Gobierno catalán, es que nadie salga a dar explicaciones.

La mejora de la atención al ciudadano era el otro punto y Fomento anunció ayer que se ponía a ello creando "una unidad" con dedicación exclusiva a informar a los pasajeros. Este personal viajará en los trenes o estará en las estaciones sólo para atender al público.

Pese a que por la noche Fomento anunció que aplicaba las medidas reclamadas por el Ejecutivo catalán, las demandas sentaron muy mal en el Ministerio de Fomento. Aunque se admite que la gestión de los trenes en Barcelona deja mucho que desear, sus responsables creen que no se valoran dos cosas: la falta de inversiones reales en los últimos 20 años y que ahora sí se está invirtiendo por primera vez desde la reforma que dirigió Mercè Sala en los ochenta. De modo que la actitud del Ejecutivo catalán fue interpretada en el ministerio como "echar gasolina a un fuego". Nadal, en cambio, entiende que la verdadera gasolina es que parezca que no se hace nada, aunque se esté haciendo mucho. "Renfe y Adif tienen un problema de comunicación", dijo.

Pero no es sólo el Departamento de Política Territorial el que puso ayer proa a Renfe y Adif. El Departamento de Trabajo e Industria, de quien depende la Agencia Catalana de Consumo, anunció un expediente a Renfe por los "reiterados incidentes y sobre todo por su nula voluntad de dar respuesta clara a las situaciones que se están produciendo", según explicó el director de la agencia, Ciriaco Hidalgo. "Es comprensible la indignación de los usuarios por la nula o inexistente información a los consumidores ante situaciones que pueden llegar a ser muy peligrosas".

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, calificó la situación de "inadmisible" y exigió a Fomento un "esfuerzo proporcionado" a las necesidades del servicio. La Cámara de Comercio reclamó medidas urgentes para mejorar la situación.

La avería de ayer no afectó a los trenes de Renfe, sino a Ferrocarrils de la Generalitat (FGC). La empresa OHL, que trabaja en la línea de alta velocidad, provocó un "empuje del terreno" junto al túnel de FGC en L'Hospitalet. El resultado fue una grieta que requirió reparación inmediata y que afectó a la línea del Llobregat. El tramo situado entre las estaciones de Cerdà y Avinguda del Carrilet se quedó con una única vía operativa, afectando al servicio de la línea que va de Espa-nya a Manresa e Igualada.

Los estudios geológicos realizados para el paso de la línea de alta velocidad por el barrio de Gornal, en L'Hospitalet, habían detectado ya que se trataba de un terreno en el que había que efectuar obras de refuerzo en el paso bajo el túnel de FGC. La empresa OHL estaba ayer inyectando cemento para compactar y endurecer el terreno cuando se produjo un "empuje" que provocó "un leve desplazamiento de las pantallas que forman el túnel" de Ferrocarrils y "desperfectos en parte del revestimiento", según la propia empresa. El túnel quedó agrietado. De inmediato se procedió a modificar el servicio de trenes, anulando una vía para poder trabajar en la solución del problema. El incidente se produjo a las 11.45 horas y las consecuencias se prolongaron durante todo el día. La empresa OHL emitió un comunicado en el que pide disculpas por los problemas causados y explica que los trabajos para la consolidación del subsuelo se iniciaron durante el verano, así como que tras el incidente se ha iniciado una investigación para determinar su alcance.

En el momento de producirse este nuevo percance estaba reunido el comité de crisis que forman Renfe y Adif para analizar las dos averías del lunes y le cayó otra sobre la mesa. No da abasto.

Un profesional serio

Josep Manau, destituido ayer de modo fulminante por el Ministerio de Fomento, es un profesional muy serio que ha superado al frente de Cercanías los embates de la dura época del ministro Francisco Álvarez-Cascos. El Gobierno catalán nunca ha puesto reparos ni a su disposición a colaborar ni a su capacidad para el trabajo.

La decisión de relevarlo, sin que se disponga siquiera de un sustituto (no hay nombramiento alguno para suplirlo) fue de la propia ministra, Magdalena Álvarez, y contó con la oposición del comité de dirección de Renfe, cuyos miembros eran partidarios de que Manau siguiera en el cargo. Manau declinó ayer hacer declaraciones, como lo ha hecho durante los años en que ha estado en el cargo, de modo que se irá en silencio.

De los 25 incidentes que han terminado por costarle el cargo, apenas media docena tienen a Renfe como causante directa. La mayoría se deben a obras encargadas por Adif, la otra empresa ferroviaria nacida tras el desmembramiento de Renfe.

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