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Repsol YPF negocia las condiciones del Gobierno boliviano campo a campo

Los beneficios de las petroleras pasarán del 40% al 15%, según el ministro de Hidrocarburos

Repsol YPF y las autoridades bolivianas negocian las nuevas condiciones del negocio petrolero en el país "campo por campo", según explicaron ayer fuentes al tanto de las conversaciones. El ministro de Hidrocarburos boliviano, Carlos Villegas, adelantó que la negociación con las multinacionales, aún abierta, supondrá una reducción de sus beneficios del 40% actual al 15%. El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, se mostró satisfecho con el acuerdo y reveló que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, intervino en la negociación.

Las 10 multinacionales con presencia en Bolivia, con la hispano-argentina Repsol YPF y la brasileña Petrobras a la cabeza, han decidido acatar el decreto de nacionalización de hidrocarburos aprobado en mayo por el Gobierno de Evo Morales. Pero están dispuestas a negociar la letra pequeña con dureza. "Campo por campo", así describen la negociación fuentes al tanto de las conversaciones. Las mismas fuentes adelantan que la firma de los acuerdos finales se puede demorar varios días. Para el Gobierno boliviano, el objetivo es claro: pasar de unos ingresos anuales por renta petrolera de 392 millones de euros al año a 3.142 millones en cuatro ejercicios.

La lentitud negociadora afectará, sobre todo, a Repsol YPF y a Petrobras, que están asociadas en algunos yacimientos y que controlan, respectivamente, el 23% y el 46% de las reservas de hidrocarburos del país. Repsol YPF ha invertido 916 millones de euros en Bolivia desde 1997 y quiere asegurar, ante todo, la rentabilidad de esa inversión.

32 bloques

La petrolera que preside Antonio Brufau posee en Bolivia derechos mineros sobre 32 bloques, siete de exploración con una superficie neta de 9.264 kilómetros cuadrados y 25 bloques de explotación con un área de 2.174 kilómetros cuadrados.

No todos los campos van a pagar lo mismo, aunque las compañías, que pasan a ser operadoras asociadas de la compañía estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB), tendrán que aportar a las arcas bolivianas un impuesto sobre el valor de los hidrocarburos extraídos de entre el 50% y el 82% en lugar del 18% vigente hasta la llegada al poder de Evo Morales.

Según explicó ayer el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Villegas, el tipo impositivo del 82% afectará a los campos San Alberto y San Antonio, operados por Petrobras y en los que son socios Repsol YPF y la franco-belga Total. También pagará lo mismo el campo Margarita, en el que están asociados Repsol YPF, British Gas (BG) y Panamerican Energy (de British Petroleum), y el campo Itaú, de Total, Exxon Mobil y BG, e Incahuasi, de Total.

Con los nuevos contratos impulsados desde el Ejecutivo de Morales (que deberán ser refrendados en el Parlamento boliviano), las ganancias de las petroleras en Bolivia bajarán del 40% al 15%. La cifra, en opinión de Villegas, es "aceptable en la industria del petróleo a nivel mundial". Se acabaron las ganancias del 35% y el 40% que según el ministro ingresaban las empresas. Unas "ganancias nunca vistas en el mundo de la industria del petróleo", dijo. "Con estos cambios de contratos, lo que hemos hecho es darles una ganancia normal, aceptable en la industria del petróleo a nivel mundial, que más o menos está en el orden del 15%", insistió.

Fuentes de Repsol YPF aseguraban ayer que, pese a que las negociaciones no están cerradas, "los números (la rentabilidad) pueden salir". De hecho, Repsol YPF opera en Libia asociada a la empresa estatal de petróleos como prestadora de servicios (la misma fórmula que Bolivia a partir de ahora). Y el petróleo libio es muy rentable para la compañía.

Poco impacto

El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, en declaraciones a Catalunya Radio, abundó en ese argumento y destacó que el nuevo contrato de su compañía con Bolivia "tendrá poco impacto" en la petrolera española y, si tiene, "será positivo, porque permitirá inversiones con la seguridad jurídica necesaria". Para Repsol YPF, el negocio en Bolivia supone el 1,5% de su resultado operativo.

Según dijo Brufau, la compañía confía en que el nuevo acuerdo "aclare una situación de inestabilidad del pasado" y considera que "pone en valor los activos que ahora tenemos". Sobre el apoyo recibido del Gobierno, explicó que el acuerdo se firmó 10 minutos antes de que acabara el plazo y que la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, mantuvo una conversación telefónica con el presidente boliviano, Evo Morales, para apoyar en la negociación.

Además de la labor de apoyo de la vicepresidenta primera del Gobierno, el Ministerio de Asuntos Exteriores desplazó el sábado a La Paz al número dos del departamento, Bernardino León, para estar presente en el país andino en el momento más delicado de las conversaciones sostenidas, por parte de Repsol YPF, por el director para América Latina, Enrique Locutura y el responsable en Bolivia, Carlos García.

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