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Reportaje:Motociclismo

Rossi aprieta

El piloto italiano, sin margen de error en su lucha con Hayden, obtiene su cuarta 'pole position' del año

Oriol Puigdemont

A Valentino Rossi ya no le queda margen de error si lo que pretende es alcanzar su octavo título mundial de motociclismo. A dos carreras para que la temporada termine y desde la segunda posición que ocupa en la clasificación general del Mundial con doce puntos menos que el líder, Nicky Hayden, el corredor italiano, de 27 años, se apuntó ayer en el circuito portugués de Estoril su cuarta pole position de la temporada. Lo hizo de una forma incontestable, autoritaria, y hoy arrancará en la primera posición y, además, protegido por su compañero de equipo, el norteamericano Colin Edwards, que logró intercalar a tiempo la segunda Yamaha oficial y vigilará, de reojo, la Honda de su compatriota Hayden, que cerrará la primera línea de la parrilla.

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En el mejor momento resurgió el Tornado de Tejas, como así se conoce Edwards, para suerte de su jefe de filas, semanas después de que Rossi le pusiera a bajar de un burro en la revista oficial de la marca japonesa. Criticado toda la temporada por su calamitoso rendimiento y por alguna que otra maniobra un tanto estúpida cuando menos -como la que le tiró al suelo en Assen, en la última curva y mientras luchaba por la victoria con Hayden-, el veterano ex campeón del mundo de Superbikes, de 32 años, dispone de una ocasión inmejorable para enmendar sus fiascos anteriores y demostrar que aún guarda condiciones para plantar batalla al más alto nivel. Su renovación por Yamaha no está ni mucho menos cerrada y falta por ver si il dottore, a quien le hubiera venido de perlas que alguien desde otra moto le hubiera echado un cable en esta temporada de dificultades, no le habrá puesto ya una cruz por falta de compromiso.

"Esta carrera es crucial", anunció el piloto italiano que, durante los dos días de entrenamientos, mantuvo un ritmo de giro muy constante que adornó con la obtención de la pole position.

"La última vuelta que hecho no ha estado mal. He apagado el cerebro, como si lo hubiera sacado de mi cabeza y he abierto el gas a tope. Buscar el límite cuando la moto funciona tan bien como ahora es un placer", convino Rossi antes de referirse a Hayden, su único objetivo ahora. "Nicky ha regresado muy fuerte del triplete y seguro que mañana mantendremos una pelea bastante dura".

El corredor de Kentucky, también constante en las sesiones de entrenamientos, sobresaltó a su equipo a diez minutos para que el entrenamiento definitivo concluyera cuando se marchó recto a la tierra en una curva. Tras enfilar los boxes para cambiar los neumáticos, Hayden regresó a la pista y, tras girar una vuelta a toda prisa, se colocó en el segundo puesto. Y entonces apareció Edwards, quien esta vez sí cumplió con el papel que debe desempeñar en su equipo, para ayudar a Rossi, su jefe de filas, justamente cuando el italiano más lo necesita.

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