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La AVL acepta la candidatura de Casanova y Pérez Saldanya, pero rechaza su equipo por poco equilibrado

La comisión oficiosa de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), encargada de plantear una candidatura de consenso para la presidencia del ente normativo, realizó ayer su propuesta al resto de académicos, una vez concluido el pleno ordinario. Las candidaturas a la presidencia y vicepresidencia de los profesores universitarios de Filología Emili Casanova y Manel Pérez Saldanya, respectivamente, fueron bien acogidas por los académicos

Sin embargo, un sector de la AVL no consideró equilibrada la composición de la junta directiva, formada por Verònica Cantó (designada por el PSPV) para la secretaría, y Josep Lluís Domènech (PSPV) y Ramón Ferrer (PP), como vocales. Se decidió entonces trabajar más la propuesta con el fin de dar entrada a otras sensibilidades antes de que finalice el plazo de presentación de candidaturas el 16 de octubre. La segunda votación, tras el empate entre Ascensión Figueres (presidenta en funciones) y Josep Palomero (vicepresidente), tendrá lugar en el pleno del 20 de octubre.

El consenso pasa por un candidato a la presidencia que sea universitario

La no aceptación de toda la propuesta provocó de nuevo movimiento entre los académicos para obtener los siete avales necesarios para presentarse, dado que la próxima semana hay dos días festivos y resulta complicado reunir los apoyos. Palomero formalizó su candidatura a la presidencia, a pesar de haber manifestado que sólo repetiría si lo hacía Figueres y que ambos estaban 'socarrados'.

"Confío en que prospere la candidatura que pivota entre Casanova y Pérez Saldanya, dos personas de gran proyección, y hay margen para negociar. Mi candidatura va en ese sentido y se puede retirar", afirmó Palomero. No es descartable que se presenten más candidaturas a la presidencia, si bien parece que Casanova y Pérez Saldanya pueden alcanzar el mayor consenso.

En el pleno ordinario se aprobó el anteproyecto de presupuesto para 2007 que asciende a 3,8 millones de euros y la denominación oficial en valenciano de Vila-real y Fondó de les Neus.

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La comisión oficiosa explicó sus criterios de actuación en la búsqueda del consenso que pasan por una candidatura a la presidencia que proceda del mundo universitario y no de la órbita política, con el fin de despolitizar el ente, y una junta directiva que refleje todas las sensibilidades de la Acadèmia.

Ante el desacuerdo de ayer, hubo quien propuso incluso que se mantuviese la situación de provisionalidad actual. Si en el pleno del 20 de octubre ningún candidato alcanza los 11 votos mínimos necesarios, el proceso se retrasaría como mínimo hasta el mes de noviembre.

En la reunión de ayer se volvió a poner de manifiesto que la discusión no se ciñe a los diferentes puntos de vista lingüísticos o políticos, sino que los intereses internos y privados de los académicos desempeñan un papel determinante. De hecho, hay numerosos académicos que pretende formar parte de la junta directiva.

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