El congreso de teólogos lamenta la beligerancia de los obispos en bioética
Unamuno se quejaba del odio teológico y del odio antiteológico. El primero convertía fanáticamente la fe en ideología. El segundo hacía de la ciencia una religión. Esa situación persiste, según el jesuita Juan Masiá, uno de los grandes bioéticos españoles. Ayer fue el encargado de clausurar el congreso de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, que ha convocado a un millar de personas en Madrid para debatir sobre Cristianismo y bioética.