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Reino Unido aplaza a septiembre la firma del acuerdo sobre el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar

El acuerdo a tres bandas para el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar y otros temas de cooperación entre los dos lados de la Verja no se cerrarán hasta la última semana de agosto o primera de septiembre, debido a que el Reino Unido no tomó hasta anoche las decisiones que le competen. El Gobierno español hubiera querido concluir el consenso la próxima semana y la parte gibraltareña estaba conforme.

Había incluso fechas previstas, el 24 y el 25, y un lugar seleccionado, la ciudad de Córdoba, para celebrar la primera reunión ministerial tripartita y firmar el compromiso, con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el secretario de Estado británico para Asuntos Europeos, Geoff Hoon, y el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana. Pero el Gabinete británico, en su reunión del pasado jueves, no emitió la imprescindible decisión sobre en cuánto y cómo financiar las pensiones de los trabajadores españoles que perdieron sus empleos en el Peñón cuando se cerró la frontera, en 1969. Sólo anoche, el problema financiero quedó resuelto en Londres, demasiado tarde para que se pudiera anunciar la cita del lunes. España y el Reino Unido acordaron, no obstante, anunciar que hay acuerdo y que se firmará la última semana de agosto o la primera de septiembre.

El acuerdo que se negocia tiene cuatro elementos básicos, que deben ser cerrados simultáneamente: el relativo al aeropuerto, el de las pensiones, la concesión por España de nuevas líneas telefónicas a la colonia y las medidas para agilizar el tránsito a través de la Verja. Sólo el segundo afecta directamente a la parte británica.

El secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, concluyó el pasado lunes con Peter Caruana, en la Línea de la Concepción, la negociación sobre el aeropuerto, que es con mucho la más compleja. Un intento anterior de abrir al uso conjunto estas instalaciones, situadas en un istmo no cedido por el Tratado de Utrecht (1713) y sobre el que España no reconoce la soberanía británica, fracasó en los años ochenta porque los gibraltareños rechazaron la presencia de policía española en su territorio, algo que un aeropuerto conjunto implica. El tema ha quedado resuelto con fórmulas, que probablemente, admitirán más de una lectura, sobre dónde y quién controla a los pasajeros según procedan o no del territorio Schengen con destino al norte de la Verja.

Concretar las pensiones

En la misma reunión quedaron zanjados los problemas relativos a las líneas telefónicas (España se ha opuesto tradicionalmente a que Gibraltar utilice prefijos propios) y se acordaron las medidas de agilización del tránsito.

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El secretario de Estado español llegó también a un acuerdo con Hoon sobre la financiación de las pensiones esta misma semana. El Gobierno de Tony Blair no pudo, sin embargo, resolver el viernes este tema, que quedó garantizado anoche. En meses pasados, se ha hablado de dificultades financieras británicas, aunque la suma implicada no parece tan gravosa; quizás cerca de 300 millones de euros (unos 200 millones de libras).

El propio Geoff Hoon advirtió la semana pasada, en una entrevista, que el acuerdo relativo a Gibraltar es seguro y que, si no daba tiempo a firmarlo antes del verano, se cerraría a la vuelta de las vacaciones. Todos, españoles, británicos y gibraltareños insisten en que han encontrado un lenguaje con el que se sienten cómodos y pueden seguir avanzando en cooperación, entre cuestiones tan espinosas como el derecho de autodeterminación "interna" de los llanitos y el derecho de España a recuperar el territorio si lo deja el Reino Unido.

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