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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Cartas desde Oriente Próximo

Por motivos de trabajo -soy cooperante para una ONG llamada Asamblea de Cooperación Por la Paz- resido en Jerusalén Oeste (Israel).

Me gustaría trasladar, sin sensacionalismos intencionados, una parte de la realidad del conflicto árabo-israelí que permanece invisible a los ojos de la opinión pública. Se trata del fenómeno los otros israelíes, aquellos que están contra la ocupación de los territorios y a favor de la reanudación de un proceso de paz, cuyas voces son silenciadas por el ruido mediático de sus representantes políticos.

En estos días, mientras un Israel bombardea el Líbano, sigue con su cerco inclemente sobre Gaza -que no nos olvidemos, está al borde de una crisis humanitaria- y aprieta las tuercas de sus controles dentro y fuera de los territorios, existe otro Israel que lucha sin matar. Y por otros objetivos.

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Es el Israel de las Women in Black que se manifiestan cada viernes contra la ocupación -a pesar de los cláxones reprobatorios- en una plaza cerca de mi casa. Es el Israel de mi vecino, Meir, cuya organización (Comité Israelí Contra la Demolición de Casas) está reconstruyendo estos mismos días una casa de palestinos en Anata cuyo único delito consistía en encontrarse a 500 metros de una parte del muro sinvergüenza. O el del Adam Institute, que desarrolla proyectos educativos que fomentan la tolerancia y la cultura de paz entre las comunidades árabe e israelí. O el de Bat Shalom, que está trabajando en la recuperación de la memoria histórica de un país que ha borrado una parte de su imaginario. O el de Peace Now, el de AIC y tantos otros que trabajan para que se oiga su voz afónica de gritar.

Simplemente: existe otro Israel.- Enric Miravitllas. Jerusalén, Israel.

El lunes por la noche conocimos en un hotel de Damasco a un libanés con pasaporte americano que había conseguido escapar por carretera del bombardeo de Beirut. Persona acomodada, de religión cristiana ortodoxa y radicalmente en contra de los planteamientos extremistas del integrismo islámico, nos manifestó sentir cada día más simpatía por la estrategia de Hezbolá después de comprobar cómo Israel está destrozando científica y sistemáticamente a su país, bombardeando infraestructuras y ciudades.

Mucha gente en Siria comenta en estos días la desproporción de la respuesta de Israel al secuestro de dos de sus soldados, haciendo pagar por ello a un país entero y secando la importante fuente de ingresos que representa el turismo para Líbano y Siria.

El año que viene se cumplirá el cuarenta aniversario de la ocupación de los altos del Golán por Israel, que se mantiene allí desatendiendo la resolución 242 de la ONU. El desprecio por el derecho internacional, el salvajismo y la impunidad con la que se conduce desde su creación el Estado israelí, está consiguiendo que las posturas extremistas ganen apoyo, cargándolas de razón y de legitimación, debilitando la esperanza para que la región pueda vivir en paz y concordia.

Desde aquí queremos manifestar nuestra solidaridad con los pueblos libanés, palestino y sirio y hacer un llamamiento a la cordura y a la razón, a los militares y al Gobierno de Israel, para que detengan de inmediato este holocausto que va mucho más allá del derecho a la legítima defensa. - Ana Alberdi Alonso e Íñigo de la Lastra Petrirena. Madrid

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