Equilibrio inestable
La inversión realizó ayer un complicado ejercicio de equilibrio entre variables cualitativas y cuantitativas con un resultado razonablemente positivo, dadas las circunstancias. La ampliación del plazo para disfrutar de bajos tipos de interés ha traído consigo cierta tranquilidad de ánimo, sentimiento al que se oponía con fuerza la última escalada del precio del petróleo, que llegó a pagarse por encima de los 75 dólares el barril y que amenaza con futuras presiones inflacionistas.
El primer impulso de los inversores fue de retirada y la mayoría de los índices europeos mostraban retrocesos en las primeras horas de la sesión, pero poco a poco fue imponiéndose la calma ante la poca presión del papel y la buena respuesta de los valores bancarios.
El Ibex 35 consiguió terminar la sesión con un descenso del 0,09% que le permite mantener el nivel de los 11.600 puntos. En el conjunto de la semana este índice logra una subida del 0,68% frente los discretos recortes del resto de los grandes mercados europeos.
La contratación volvió a mostrar la desconfianza de los inversores incluso en un entorno vendedor caracterizado por la moderación. En el Mercado Continuo se negociaron 2.939,01 millones de euros, 2.200 millones menos que el día anterior, debido a la caída de la actividad institucional, aunque las operaciones abiertas también descendieron hasta quedar en 2.264,71 millones de euros.
Uno de los alicientes de esta jornada estaba en los datos sobre empleo de Estados Unidos, que volvieron a decepcionar a analistas e inversores. La tasa de paro se mantuvo en junio, pero la creación de empleo fue menor de lo esperado y la remuneración media por hora alcanza la mayor tasa interanual en cinco años, lo que podría inclinar la balanza a favor de una nueva subida de los tipos de interés, según las primeras opiniones.