Colegas
La endogamia, a la larga, produce monstruos. Pero mientras tanto es simplemente incómoda o confusa. Los medios de comunicación tienen eso, mucha endogamia. Se acaba viendo u oyendo a los mismos periodistas o "periodistas" en uno u otro programa. Y es raro. Termina uno sin saber quién interpreta qué papel. Jesús Quintero entrevistó el miércoles a Iñaki Gabilondo en El Loco de la Colina (TVE-1). Acabábamos de ver a Gabilondo en su informativo en Cuatro y unos minutos después, por arte de zapeo, lo encontramos en un canal lejano contestando a las preguntas de un colega. Ambos son dos grandes figuras mediáticas, pero ¿puede el mensajero ser también el mensaje?
Hablando de la relación que debe tener la prensa con los políticos, Gabilondo dijo que lo importante era mantener la distancia adecuada. Ni tan lejos ni tan cerca. Pero ambos reconocieron que algunos políticos y poderosos prefieren mantenerse fuera del alcance de entrevistadores tan señalados. Aznar se ha negado reiteradamente a enfrentarse a ninguno de estos maestros de la entrevista. A ver si ahora que trabaja para el emporio Murdoch acaba teniendo su propio programa, como Chávez. O Fidel.
También Buenafuente (Antena 3) invitó esa noche a otro periodista, Antonio Gasset, de Días de cine (La 2). No hablaron de política sino de retórica. De sus originales pases a publicidad. Pero lo de El Loco de la Colina con la prensa siguió de forma solapada en las conversaciones con sus otros invitados: Nicolás Vallejo-Nájera (Colate), Terelu Campos y Ana Torroja. A todos les terminaba preguntando por sus relaciones con la prensa rosa. Colate (tiene una empresa de comunicación) imaginó que si llegaba a tener un programa con su novia, la cantante Paulina Rubio, lo titularía Ahora te toca a ti, y por ese banquillo pasarían los verdugos de la telebasura. (Luego reconoció que no le importaría vender la exclusiva de su boda "si es de interés nacional"). Terelu, que ha estado a ambos lados de la noticia, sentenció dolida: "Yo no quiero ser como las personas que hacen eso". Pues igual hay que tomar partido.
