El Milan, en las redes del fraude
El juicio al 'calcio' decidirá el descenso del club de Berlusconi, 'la Juve', el Lazio y el Fiorentina
El fiscal federal de la justicia deportiva italiana, Stefano Palazzi, tiene desde ayer sobre la mesa un informe de 193 páginas redactado por el investigador especial Francesco Saverio Borrelli. En sus conclusiones, Borrelli considera al Juventus y a su ex director general, Luciano Moggi, como máximos responsables de la manipulación de varios campeonatos. Pero subraya que el Milan de Silvio Berlusconi había creado también, utilizando el "peso político" de sus dirigentes, un sistema propio para contar con la colaboración de los árbitros. Las acusaciones contra el Lazio y el Fiorentina, las otras dos sociedades implicadas, resultan menos pesadas.
Francesco Saverio Borrelli reconoce en el informe de conclusiones que las 63 personas interrogadas en las últimas semanas se mantuvieron firmes. Nadie confesó y nadie reconoció la más mínima culpabilidad. Las frases "no recuerdo" y "eran sólo charlas entre amigos" abundan en los 7.000 folios que recogen la transcripción de los interrogatorios. El investigador Borrelli, antiguo fiscal de Manos Limpias, considera, sin embargo, que las contradicciones entre los acusados y las grabaciones telefónicas realizadas por la policía bastan para sustentar la acusación de fraude deportivo.
La gran novedad es la inclusión del Milan en el banquillo de quienes corren el riesgo del descenso a la Segunda División, o más abajo, por la vía administrativa. Según Borrelli, Moggi y el líder de los árbitros, el colegiado Massimo de Santis, con la colaboración total de los designadores arbitrales y de la cúpula de la federación, organizaron un sistema encaminado a garantizar la victoria del Juventus en los campeonatos de Liga.
A diferencia del Juventus, el Milan no intentó orquestar todos los partidos, sino solamente los suyos. Borrelli dice que el vicepresidente ejecutivo milanista, Adriano Galliani, aprovechó su cargo de presidente de la Liga Profesional para desplegar una amplia campaña de "persuasión" sobre los árbitros.
El Lazio y el Fiorentina, en cambio, son descritos en el informe como "víctimas" que, una vez comprobado el poder de Moggi y de la Juve, se sumaron al carro de la corrupción. Los presidentes de ambas sociedades, Claudio Lotito (Lazio) y los hermanos Diego y Andrea della Valle (Fiorentina), eran "plenamente conscientes" de la manipulación de los campeonatos, afirma Borrelli, pero no hicieron nada por denunciarla porque la red de Moggi había empezado a favorecerles.
En su declaración ante el investigador especial, Adriano Galliani intentó cargar todas las responsabilidades milanistas sobre el encargado de las relaciones con los árbitros, Leonardo Meani. Galliani llegó a describir a Meani como "un empleado periférico con un contrato temporal". Borrelli no quedó nada convencido con los argumentos del hombre de confianza de Berlusconi en la dirección del Milan.
El juicio deportivo por el escándalo más grave en la historia del deporte mundial comenzará el 28 de junio en el estadio Olímpico de Roma, una de las pocas instalaciones capaces de acoger a todos los participantes en el proceso y a los miles de periodistas acreditados. Las sentencias deberían dictarse entre el 7 y el 9 de julio, precisamente el fin de semana en el que se jugará la final del Mundial de Alemania.
Los abogados defensores tendrán que preparar los probables recursos en apenas unas horas porque el Comité Federal de Apelación, encargado de emitir las sentencias definitivas, deberá cerrar el caso no más tarde del 20 de julio. Para entonces, la UEFA debe ser informada de los equipos italianos que disputarán las competiciones europeas de la próxima temporada.
