Un juzgado estima que no hubo delito en el atropello de dos niños en Bilbao
El juzgado de Bilbao que instruye la causa por el atropello mortal de dos niños en enero pasado en el barrio bilbaíno de Basurto considera que no hubo delito, sino una falta en la actuación del conductor del vehículo. Los menores, dos hermanos, fueron arrollados en un paso peatonal sin semáforo -que se colocó diez días después tras la fuerte presión social que siguió al accidente- cuando lo cruzaban con sus padres y una hermana, que resultaron ilesos. Los dos fallecidos salieron despedidos casi 30 metros a consecuencia del impacto.
La familia presentó una demanda en la que incidía en la responsabilidad de las instituciones (Diputación de Vizcaya y Ayuntamiento de Bilbao), por la demora en la colocación de semáforos en el paso peatonal, pese a que en 2000 hubo un acuerdo municipal para su instalación.
El Juzgado de Instrucción número 6 señala que el caso debe registrarse como un juicio de faltas, al considerar que "no ha quedado acreditada la perpetración de un delito contra la seguridad del tráfico", según adelantó ayer Gara. El atestado policial señala que el conductor circulaba a 62 kilómetros por hora en un tramo con una limitación de 50.
La investigación determinó que el joven que conducía el vehículo no frenó al impactar con los menores, lo que se explica porque ni siquiera les vio. Al llegar al paso de cebra, en el otro carril había una furgoneta parada que impidió su visión, aunque debía haberse detenido al tratarse de un paso peatonal.
El auto judicial ha sido recurrido por la acusación particular, ejercida por la familia, al entender que sí hubo un delito.
El accidente evidenció la descoordinación de la Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao, que tardaron más de siete años en colocar semáforos en el paso de cebra donde fallecieron los dos niños, un tramo propiedad de la institución foral. La oposición vizcaína reprochó a la institución foral que no pidiese perdón por lo sucedido y que extendiera las responsabilidades al resto de partidos, la sociedad Bilbao Ría 2000 e incluso los vecinos de la zona.
