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Entrevista:JOSEP LLUÍS CAROD ROVIRA | El futuro de Cataluña

"En la Generalitat no ha habido dirección política durante los dos últimos años"

Josep Lluís Carod Rovira (Cambrils de Mar, Tarragona, 1952), presidente de Esquerra Republicana, asegura que pasa por una etapa de plenitud personal: "Tras los problemas de salud que sufrí tomé la firme decisión de no dejar que mi felicidad personal dependiese de la política".

Pregunta. ¿Y políticamente como está?

Respuesta. Tocado, como todo militante de Esquerra.

P. ¿Afecta la pérdida de la erótica del poder?

R. La erótica que me gusta no es necesariamente la del poder, que tuve poco tiempo para probar.

P. ¿Cómo gestionará su partido un fuerte castigo de síes?

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R. Está en función de que consigamos mantener o superar el porcentaje de voto directo que ERC tiene en el Parlamento de Cataluña, el 16%, conscientes de que mantenemos en solitario la actitud de un no catalanista.

"Rodríguez Zapatero ha convertido la forma en fondo y nos ha engatusado a todos con el método del talante" "Nadie nos agradecerá, y sé que la palabra gratitud no se debe pronunciar en política, que ERC haya hecho posible la alternancia"

P. Ese no, ¿lo capitalizará el PP?

R. En España, sí. En Cataluña, el PP tiene nueve alcaldes y 300 concejales, y Esquerra, 130 alcaldes y 1.300 concejales. En Cataluña, la hegemonía del no es de Esquerra.

P. Piqué dice que es un Estatuto de izquierdas. Puigcercós afirma que es un Estatuto de derechas. ¿Para usted qué es?

R. Un Estatuto del poder establecido, que se mueve por intereses que no son estrictamente políticos. Es un Estatuto para que no se rompa el orden natural de las cosas.

P. Siempre repite eso sin dar nombres...

R. No hace falta decirlos. La gente es inteligente.

P. Debo ser muy zoquete: no sé a quiénes se refiere.

R. En España existe una realidad: por un lado el centralismo como doctrina oficial del régimen, que da votos y, por otro, la dependencia económica y política, que da dinero. Son esos poderes los que extraerán rentabilidad al sí. España es un país en forma de pirámide. La gente habita en la base y conforme subes hacia el vértice superior, donde está el poder real, el económico, menos país encuentras.

P. ¿CiU les ha ganado en la negociación final por astucia propia o porque ustedes pecaron de ingenuos?

R. Ganó porque Zapatero, persona mucho más lista de lo que pensamos, en enero, mes de las rebajas, les compró a precio de saldo el Estatuto pagando 20 por lo que valía 100.

P. Y decían que un Bambi...

R. Es una persona que ha convertido la forma en fondo y nos ha engatusado a todos con el método del talante. Simpático, demócrata y diría que republicano, no creo que tenga un proyecto diferente al existente. Pasado el referéndum me gustará escuchar su opinión sobre los que dialogan con los que ponen bombas para que dejen de ponerlas.

P. La memoria, que no se pierda...

R. No. Sobre este y otros temas en Madrid se ha hecho una caricatura de Carod.

P. Montilla me dijo que usted y Maragall pidieron a Zapatero que convenciese a Mas de que debía sumarse al sí.

R. Es cierto. Pero también lo son los motivos por los cuales, hablando con Zapatero, entendí que CiU acabaría diciendo al Estatuto fuese éste como fuese.

P. ¿Qué motivos son esos?

R. No los explicaré porque tengo un alto y responsable sentido de la política.

P. Otro acertijo para gente inteligente...

R. Me gusta dirigirme a gente inteligente.

P. Dice tener un "alto y responsable sentido de la política". En la calle hay gente que opina todo lo contrario.

R. Nadie nos agradecerá, y sé que la palabra gratitud no se debe pronunciar en política, que Esquerra haya hecho posible lo que parecía imposible y es fundamental en toda democracia: la alternancia. Esquerra también ha hecho posible que Cataluña tuviese su primer Gobierno de izquierdas desde 1939. Cuando se estudien las acciones de gobierno de este bienio progresista se verá que el 90% de las cosas que se han hecho las ha hecho Esquerra: el pacto nacional para la educación; leyes sociales; el cambio en las relaciones entre Generalitat y ayuntamientos, sean éstos del color político que sea; el soporte al pequeño y mediano comercio... Esquerra ha tenido más responsabilidad que muchos partidos que pasan por ser responsables. Nuestro problema ha sido que en algún momento nos hemos dejado llevar por exceso de celo y responsabilidad política.

P. ¿Por qué se autodestruyó el tripartito?

R. Por muchos motivos. Entre otros, por la ausencia de dirección del Gobierno.

P. Si no interpreto mal se refiere a Maragall.

R. Digo que este Gobierno no ha tenido dirección política.

P. La dirección política la fija el presidente del Gobierno.

R. Acostumbra a ser así. No niego que en Maragall se den otras virtudes y capacidades pero el hecho es que en estos dos años no ha habido dirección política, lo que ha comportado que frecuentemente los consejeros lo fuesen más de un partido que del Gobierno. ¿Sabe que los de Esquerra eran los únicos que se reunían antes de empezar las sesiones del Gobierno? No me consta que el presidente de la Generalitat haya reunido a los consejeros de su partido.

P. Ruido, ustedes sí que hacían.

R. Lo que no hacíamos era comulgar con las ruedas de molino del discurso del pensamiento único que le iba bien a más de uno. Nuestra prioridad es Cataluña, sus sectores populares y clases medias. Algunos han querido convertir el discurso único en el de la normalidad y ése no es nuestro discurso.

P. Reeditar el tripartito, ¿posible, difícil o imposible?

R. Posible, pero con condiciones diferentes. Cometimos la ingenuidad de poner en el tripartito la ideología, la doctrina, el programa y los planes de actuación mientras que el PSC ponía los mecanismos de control del poder. La próxima vez seguiremos aportando ideología pero exigiremos compartir el poder.

P. Usted polemizó con Mas sobre el recargo a la gasolina para financiar el sistema sanitario en Cataluña. ¿Cómo analiza el problema de la sanidad y su déficit?

R. Lo resumiría en cuatro apartados. Uno: el origen del problema hay que buscarlo cuando en los inicios del estado autonómico el Insalud traspasa a Cataluña menos camas que a otras autonomías porque aquí, país con larga tradición de mutuas, la gente no solía ir a los hospitales públicos. Dos: la pirámide de edad en Cataluña es más elevada que en cualquier otro lugar del Estado español, lo que equivale a que tengamos que afrontar una atención farmacéutica y sanitaria superior a la de otras autonomías. Tres: en Cataluña viven con tarjeta sanitaria a cargo de la sanidad pública 700.000 personas extracomunitarias, a las que hay que sumar los desplazados que vienen a operarse a Cataluña porque nuestra sanidad tiene prestigio. Todos esos factores provocan el déficit de nuestro sistema sanitario en un tiempo en el que la gente vive más años pero no siempre con calidad de vida y eso quiere decir que la sociosanidad es cada vez más necesaria, con el gasto que ello representa.

P. ¿Tiene solución a mano?

R. No es fácil. La resolución del déficit sanitario pasa por muchas cosas. Que el Estado lo asuma, como asume el de TVE. Que se cambien radicalmente todos los cálculos que se hacen sobre previsiones sanitarias. Que acaben los hábitos individuales de una cultura sanitaria que lleva al ciudadano a la consulta del médico por problemas menores. Si tenemos en cuenta que el déficit sanitario no es el único que tiene Cataluña sino que los déficit afectan a la práctica totalidad de campos se explica que con el sistema de financiación actual y con el que seguiremos teniendo si se aprueba este Estatuto no resolveremos el problema.

P. La inmigración ¿otro problema?

R. La sanidad ya es problema y la inmigración puede serlo si no tenemos los instrumentos de financiación y competencias para conseguir que la gente que viene de fuera se incorpore con naturalidad a la sociedad catalana, con derechos y obligaciones. Si la llevamos bien, la inmigración la veo como oportunidad más que como problema. Cataluña ha sido país de inmigración. Lo que nos diferencia de España es que España es un proyecto acabado, cerrado, que no quiere ser de otra manera, ni federal, ni plurinacional, ni le pasa por la cabeza que un proyecto de ámbito estatal se puede decidir a cien metros de la Puerta del Sol. El proyecto de Cataluña como comunidad nacional está, en cambio, por hacer y los inmigrantes pueden intervenir en la realización del proyecto. Por eso se sienten cómodos.

P. Un Montilla del sur, ¿puede presidir la Generalitat?

R. Y un Carod aragonés.

P. ¿Y la genética catalana?

R. Ha dado fenómenos como Milans del Bosch y otros que por ser más recientes prefiero no nombrar.

P. ¿Cómo quién?

R. Gentes con apellidos de raigambre que a la hora de la verdad han vendido Cataluña no por un plato de lentejas sino por una simple tapa.

P. Iconografía religiosa personal: vi una foto en la que usted parecía un oficiante que, con los brazos abiertos, despedía a la feligresía militante diciéndole la paz os dejo, la paz os doy. ¿Promete guerra o paz?

R. Soy agnóstico, pero el deseo de paz lo mantengo. No afilo cuchillos ni le hago el vudú a nadie. Y traición o mentira no son palabras habituales en mi vocabulario.

P. Estos días, ¿qué palabra tiene en su cabeza?

R. Decepción.

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