Solana presenta hoy a Irán la oferta nuclear de las grandes potencias
El representante de la UE visita Teherán para reactivar el diálogo con el régimen islamista
El alto representante europeo para Política Exterior, Javier Solana, tiene previsto entregar hoy a las autoridades iraníes la propuesta que la UE, EE UU, Rusia y China acordaron el pasado jueves para persuadirle de que renuncie a enriquecer uranio. El equipo de Solana insiste en que no espera una respuesta inmediata. Sin embargo, ese contacto personal puede dar alguna pista sobre la reacción iraní. Teherán ha enviado signos contradictorios que parecen reflejar un debate interno.
"Solana se reunirá el martes [hoy] con Ali Lariyaní, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, y le entregará las propuestas" de las grandes potencias, declaró ayer un responsable iraní citado por la agencia ISNA. Fuentes diplomáticas europeas esperaban también que el alto representante se entrevistara con Mahmud Ahmadineyad.
Tanto Ahmadineyad como su ministro de Exteriores, Manuchehr Mottaki, han hablado de "un paso adelante" para referirse al esfuerzo de las grandes potencias por reactivar las negociaciones. Aunque ambos insistieron en un diálogo sin condiciones y rechazaron poner fin al enriquecimiento de uranio como les exigen, los observadores destacan que se trata de un lenguaje relativamente conciliador en el contexto iraní.
El máximo líder iraní, el ayatolá Alí Jamenei, se ha mostrado más duro. Durante un discurso pronunciado el domingo, Jamenei insistió en que Irán no puede renunciar a sus "avances científicos" y advirtió de las consecuencias de un ataque contra su país. Sin embargo, no mencionó de forma explícita el enriquecimiento de uranio. La renuncia a ese proceso es la clave de la negociación. Pero tras meses de insistir en que el enriquecimiento es un derecho irrenunciable, los iraníes no pueden capitular a la primera de cambio.
"Un tema complicado"
"Es un tema complicado", admiten fuentes diplomáticas europeas, "pero se debe encontrar una fórmula, porque no se puede negociar el futuro de su programa nuclear mientras siguen adquiriendo tecnología". "Pueden declarar una pausa, o encontrar un motivo que no se vea como una imposición exterior", sugieren.
Aunque los detalles concretos no se han dado a conocer, los diplomáticos han barajado desde ofrecer combustible y tecnología para reactores nucleares más modernos hasta garantías de seguridad. Además, la incorporación de EE UU a la oferta inicialmente redactada por la troika europea (Reino Unido, Alemania y Francia) ha añadido el levantamiento de algunas sanciones bilaterales, entre las que podría encontrarse el fin de la prohibición a Irán de comprar aviones de pasajeros Boeing o repuestos para su flota.
En cualquier caso, Teherán no tiene mucho tiempo para alcanzar una decisión. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, ha hablado de "semanas" y algunos observadores señalan a la reunión del G-8 en julio como límite. Tampoco hay muchas alternativas. Una de las novedades de la propuesta es que también incluye "un mecanismo de medidas acordado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad" en caso de rechazo.
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