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Gallardón prepara una ordenanza contra actos incívicos

Reponer papeleras o contenedores rotos y limpiar 'graffitis' costó 9,8 millones el año pasado

El gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallardón está preparando una "ordenanza contra actos incívicos" con la que pretende atajar el vandalismo en la ciudad. La nueva normativa -que, al contrario de la de Barcelona, no afectará al ejercicio de la prostitución o la mendicidad- estará lista "antes de fin de año" y contemplará multas más altas que las actuales para quien destroce mobiliario urbano, orine en la calle o pinte graffitis en lugares públicos, según anunció ayer la concejal de Medio Ambiente, Paz González. El Ayuntamiento gastó el año pasado 9,8 millones de euros en reponer los 27.500 contenedores de basuras y 10.400 papeleras que resultan rotos, robados o quemados cada año, y en limpiar de graffitis de las calles.

Madrid gasta en limpieza y recogida de residuos 320 millones, el triple que Nueva York

El gobierno municipal, entonces bajo mando de José María Álvarez del Manzano, ya inició la modificación de la ordenanza de Protección del Medio Ambiente Urbano en marzo de 2003, precisamente para elevar la cuantía de las sanciones. Pero en mayo de ese año hubo elecciones, y el nuevo equipo, dirigido por Alberto Ruiz-Gallardón, dejó en un cajón aquel proyecto. Ayer lo resucitó.

Paz González hizo balance de la labor de su concejalía en materia de recogida de basuras y limpieza urbana a lo largo de 2005. Aportó este dato: los camiones del Ayuntamiento recogieron el año pasado 1.440 millones de kilos de basura de los domicilios (1,2 kilos por habitante y día). Eso significa un 3,4% más que en 2003; pero las basuras de tipo orgánico, las de la bolsa gris de toda la vida, se reducen (cuatro kilos menos cada año por habitante), mientras crece la cantidad de papel, vidrio, envases, pilas y muebles que los madrileños depositan en los contenedores de reciclaje (véase gráfico).

Aun así, la concejal admitió que la mayoría de la gente sigue llenando las bolsas amarillas (destinadas sólo a envases de plástico) de otros productos como juguetes, cartones o restos de comida: el 62% del contenido de estas bolsas es "impropio", o sea, no es plástico. Y con las bolsas grises pasa algo parecido: la tercera parte de su contenido no es materia orgánica, como debería ser, sino envases, botellas u otros.

Madrid gasta anualmente 129,7 millones de euros en la recogida de basuras -con una plantilla de 1.885 trabajadores que vacían los contenedores en 456 vehículos "insonorizados"-, y otros 188,8 millones en limpiar las calles. En total, cerca de 320 millones al año. "El presupuesto más alto de toda Europa en materia de limpieza. Y el triple que el de Nueva York, que gasta unos 100 millones de dólares al año", aseguró el coordinador general de Medio Ambiente, Ignacio López-Galiacho.

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Según el Ayuntamiento, esto no significa que los madrileños sean más sucios que nadie, sino que ninguna otra ciudad tiene un servicio de recogida de basuras y limpieza que funciona "24 horas al día, 363 días del año [todos salvo Nochebuena y Nochevieja]".

Buena parte de ese dinero se va en reparar las consecuencias de actos vandálicos: 2,6 millones de euros gastó el Ayuntamiento el año pasado en reponer 28.000 contenedores "desaparecidos" o quemados; otros 618.600 euros en restituir más de 10.000 papeleras rotas; y 6,6 millones en limpiar de graffitis y pegatinas tantas calles que su superficie, sumada, es equivalente a la de 125 campos de fútbol.

Las sanciones contra esas prácticas son ahora "bajísimas" -por lo general, entre 60 y 90 euros-, y por eso Medio Ambiente está trabajando en una nueva ordenanza "contra actos incívicos" que contemplará multas "más altas, disuasorias", según González. La concejal rehusó comparar esta normativa con la que Barcelona aprobó el pasado enero y que, según dijo entonces el alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, no era necesaria en Madrid. "Nuestra ordenanza no regulará aspectos como el ejercicio de la prostitución o la mendicidad", explicó González.

Los basureros convocan huelga

Los 1.885 trabajadores del servicio de recogida de basuras en la capital están llamados a una huelga indefinida a partir del próximo lunes, según anunció ayer el sindicato CC OO. "Llevamos dos meses negociando con la empresa [FCC] y no ha servido para nada. Vamos a seguir abiertos al diálogo, pero si el lunes no hay acuerdo iremos a la huelga", explicó Manuel Jimeno, del sindicato. Los servicios mínimos deberán ser establecidos por el Ayuntamiento.

Los trabajadores piden un mejor régimen de ascensos y un aumento de sueldo que al menos alcance la subida del índice de precios al consumo (IPC). Actualmente los empleados cobran entre 16.000 y 30.000 euros anuales, en función de los puestos que ocupen y los turnos de trabajo.

Pero el dinero no es la única reivindicación. Los conductores de camiones de basura están preocupados por cómo les afectará el carné de conducir por puntos. "Si cada vez que echamos marcha atrás unos metros porque hay coches mal aparcados nos van a quitar un punto... Pedimos al menos que, si un conductor pierde el carné por estas tonterías, no por faltas graves, se le mantenga, cobrando, en otro puesto", afirmó Jimeno.

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