Carlos de Inglaterra se confiesa admirador de Leonard Cohen

En una entrevista a la emisora de televisión británica ITV1, que se emitirá hoy sábado, los príncipes Guillermo y Enrique admitieron que "a menudo" discuten por el mando a distancia y que comparten gustos musicales similares, en una distendida charla en la que también participó su padre, Carlos de Inglaterra.

Los tres príncipes intercalaron bromas y comentarios divertidos con los presentadores del programa Prince's Trust 30 Birthday, que se emitirá hoy sábado, con motivo de la conmemoración del 30º aniversario de la Prince Charles Trust, la fundación benéfica dedicada a apoyar a jóvenes talentos sin recursos.

Entre otras confesiones, Carlos de Inglaterra admitió que era seguidor del cantautor canadiense Leonard Cohen, al que calificó como un músico "maravilloso". "Es sobresaliente. La orquestación es fantástica, así como las letras y todo en general. Es un hombre notable y tiene esta voz relajada e increíble", comentó el hijo de Isabel II. "¿Es un cantante de jazz?", preguntó Guillermo, que tenía sólo 10 años cuando salió el último álbum de Cohen, The Future.

A Leonard Cohen, de 71 años, esta publicidad le va a venir muy bien, aunque recientemente volvió a salir en los papeles tras ganar una demanda contra Kelly Lynch, su representante durante 17 años, y también ex amante, de haberse apropiado de cinco millones de dólares (cerca de 3,9 millones de euros) de su fondo de pensiones, dejándole sólo con 150.000 (unos 117.000 euros). El autor de Suzanne y So Long Marianne, obtuvo nueve millones de dólares (algo más de siete millones de euros).

Carlos de Inglaterra reconoció que sus hijos le hacen estar "en contacto" con las nuevas tendencias musicales. A este respecto, tanto Guillermo como Enrique reconocieron que tendían a escuchar "el mismo tipo de música", aunque también apostillaron que "de forma habitual" discutían por quién controlaba el mando a distancia de la televisión.

Los jóvenes admitieron que eran seguidores de la serie norteamericana Friends y de Pop Idol, el equivalente a Operación Triunfo.

Otro asunto por el que se interesaron los presentadores del programa, Ant McPartlin y Declan Donnelly, fue por la habilidad de Guillermo y Enrique en los temas culinarios. El príncipe Carlos se apresuró a comentar que su hijo mayor era "muy buen cocinero" y Guillermo, divertido, rechazó el elogio, apuntando que se consideraba "un desastre" en la cocina. "Cocinaba un poquito en la universidad -explicó el primogénito de Carlos y de la malograda Diana de Gales-, porque tenía que alimentar a mis compañeros de piso, una tarea bastante complicada ya que un par de ellos comían muchísimo, pero nunca fui muy buen cocinero".-