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El número de familias numerosas cae en España un 30% en la última década

La Federación de Familias Numerosas pide que se cree una prestación universal por cada hijo

Las de más son cada vez menos. La cifra de familias numerosas (tres o más hijos) se reduce: ahora ascienden a 402.562, un 30% menos que en 1996, según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Las dificultades económicas, los obstáculos para conciliar el trabajo con la vida personal y el cambio en el papel de la mujer, con creciente formación y presencia en el empleo, contribuyen a este descenso, que se produce en un contexto de fecundidad baja. Las familias numerosas (tres de cada cuatro sólo tienen tres hijos) piden más apoyo público para que el número de hijos sea una elección más "libre".

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Las familias numerosas son cada vez menos frecuentes. En 2005 ascendían a 402.562, según los datos de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad. Apenas una década antes, en 1996, suponían 574.657, a tenor de las cifras de los títulos de familia numerosa en vigor. Y ello pese a que para recibir ese documento se han rebajado los requisitos: basta con tener tres hijos (cuatro hasta 1994), o dos, si uno de ellos presenta discapacidad (desde 1998). Además, la Ley de Familias Numerosas de 2003, que sustituyó a la franquista de 1971, ampara también (aunque con alguna limitación) a las familias reconstituidas: los hijos pueden proceder de distintas uniones. También permite pedir el título a todas las familias numerosas extranjeras con residencia legal.

Además de ser menos, las familias más amplias tienden a ser reducidas: tres de cada cuatro tienen tres hijos (76%), y en torno al 11%, cuatro. Las de dos suponen el 6%, según los datos que maneja el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Así las cosas, las de cuatro o más se limitan al 7%.

Admitida la tónica descendente, recogida también en el último censo de 2001 (572.932 familias numerosas, con hijos menores de 21 años o de 25 si estudiaban), el dato oficial sorprende por "bajo" a la presidenta de la Federación de Asociaciones de Familias Numerosas, Eva Holgado. "Pese al descenso, la cifra real es mayor que la que reflejan los títulos", apunta. "Muchas familias ni siquiera lo piden, por las pocas ventajas que supone". El documento permite descuentos o exenciones en las tasas de la educación pública, en algunos medios de transporte o en el impuesto sobre bienes inmuebles en algunos municipios, por ejemplo. "Además, existe un grupo importante de familias numerosas de hecho, no de derecho, porque los hijos han sobrepasado el límite de edad, pero siguen dependiendo de los padres", argumenta la presidenta de la federación, englobada en el Foro Español de la Familia.

Holgado, asesora fiscal y madre de cuatro pequeños, considera que el descenso del número de familias numerosas obedece a dos causas principales: "Los problemas económicos y las dificultades para conciliar el trabajo y el hogar, que afectan más a las mujeres". "El número de hijos que se tienen no es una elección libre, sino determinada por condicionamientos económicos, de servicios... Está mal visto que una mujer se quede en casa a cuidar de sus hijos, pero muchas de estas familias necesitan el ingreso del padre y de la madre para mantenerse", plantea. Pese a que observa algunas mejoras recientes para estos hogares, por ejemplo en el plano fiscal, Holgado ve preciso que se cree una prestación universal por hijo a cargo. "Eso contribuirá a poder elegir en pie de igualdad cuántos hijos se tienen", asegura.

Desde el otro extremo del asociacionismo familiar, la presidenta de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), Carmen Toledano, considera prioritarios los servicios asequibles para las familias frente a las prestaciones económicas directas. Pide "mayor protección a todos los tipos de familia, desde las monoparentales a las numerosas". "Así cada uno puede decidir su modelo", añade. Para esta responsable, el descenso del número de familias numerosas está muy relacionado con el cambio del papel de la mujer, "que ya no es sólo madre". "Además, existen dificultades para conciliar trabajo y vida personal, tanto para hombres como para mujeres", añade.

"Lo importante es que las personas tomen libremente la decisión de formar una familia, y su tamaño. Los poderes públicos tienen que garantizar ese derecho a elegir y apoyarlo con servicios públicos", plantea la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce. Destaca que el reglamento de la Ley de Familias Numerosas, aprobado por el Gobierno y recurrido por la federación, tiene medidas de respaldo como la bonificación del 45% de las cuotas de la Seguridad Social para contratar a un cuidador cuando el padre y la madre trabajen fuera de casa. "Las familias numerosas tienen prioridad en todos los servicios públicos", concluye.

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