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Críticas del futuro Gobierno de izquierdas italiano

El grupo resultante de la fusión, que se espera esté concluida a final de año, tendrá su sede en Barcelona, aunque la compañía italiana mantendrá su sede operativa en Roma. El consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, ocupará ese mismo cargo en la sociedad fusionada, de la que será así primer ejecutivo. La compañía tendrá además dos presidencias, al menos durante tres años, que ocuparán los actuales presidentes de Abertis y Autostrade, Isidre Fainé y Gian Maria Gros-Pietro, respectivamente, y dos vicepresidencias (una de ellas la ocupara el presidente de ACS, Florentino Pérez).

Aunque el grupo fruto de la fusión cotizará en las bolsas de Madrid y Milán y sus promotores han anunciado que mantienen sus compromisos de inversión en Italia (10.000 millones de un total de 14.000 previstos en su plan de inversiones), al nuevo presidente de Italia, Romano Prodi, y a la coalición que lo respalda, no les ha gustado nada la operación ("estamos ante una operación que supone dejar en manos extranjeras una importante infraestructura de Italia", ha declarado Paolo Ferrero, dirigente de Refundación Comunista) y no descartan buscar fórmulas para hacerla naufragar.

"No se trata en absoluto de una venta enmascarada", refuta Gian Maria Gros-Pietro, y si "los políticos fueran capaces de juzgar la operación con mayor apertura mental se darían cuenta de que se trata de una operación muy importante para ambos países".

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