ANTOLOGÍA DE BABEL | POESÍA
Algunas voces
Con mi encadenamiento a la tierra pago la libertad de mis ojos.
Si no existiese lo breve, no existirían las flores.
Hay fuegos que desde lejos dan calor y desde cerca frío.
Todas las almas necesitan un baño de mala salud.
Mi espíritu puede trasladarme hasta la última estrella, y yo a él, no puedo trasladarlo unos centímetros.
Las pequeñas cosas, al ser tocadas, casi siempre sobreviven; no así las grandes cosas.
Fuera de mi estrecha celda, no hallo holgura.
Uno es uno con otro; solo no es nadie.
Por salvar lo que hemos sido, nunca llegamos a ser lo que somos.
Lo bello se halla removiendo escombros.
Todos pueden matarme, pero no todos pueden herirme.
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