Conde-Pumpido elige al fiscal Javier Zaragoza para sustituir a Fungairiño
El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha propuesto al Gobierno el nombramiento del fiscal de Sala Javier Zaragoza como nuevo fiscal jefe de la Audiencia Nacional, en sustitución de Eduardo Fungairiño, por su "amplio conocimiento" de ese órgano jurisdiccional, así como por su experiencia al frente de la una fiscalía especial como la Antidroga. Zaragoza tiene además amplios conocimientos sobre asuntos relacionados con el terrorismo ya que estuvo destinado seis años en la Fiscalía de San Sebastián, y fue jefe de la misma en 1987 y 1988.
El nombramiento de fiscal jefe de la Audiencia Nacional fue examinado ayer por el Consejo Fiscal, en el que se produjo un empate a seis votos al apoyar el bloque de vocales conservadores de la Asociación de Fiscales (AF) al candidato Fernando Sequeros. Zaragoza fue apoyado por el fiscal del Estado, el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Juan José Martín Casallo, el inspector fiscal, Rafael Valero, y por los tres vocales de la Unión Progresista de Fiscales (UPF). Ante el empate, Conde-Pumpido decidió proponer a Zaragoza por superior categoría y experiencia de mando.
Zaragoza, de 50 años, teniente fiscal Antidroga desde la creación de esa fiscalía especial en 1988, ha sido el fiscal contra el narcotráfico por antonomasia, ya que sobre él ha recaído el ejercicio de la acusación pública en grandes procesos, como los de la Operación Nécora, el clan de los Charlines, los capos gallegos Laureano Oubiña y Sito Miñanco o los jefes de la Unidad Antidroga de la Guardia Civil, la Ucifa, condenados por simular operaciones de narcotráfico.
Como fiscal no ha dudado en enfrentarse a superjueces como Javier Gómez de Liaño cuando éste puso en libertad bajo fianza al abogado de narcos Pablo Vioque, encarcelado por Baltasar Garzón. La denuncia de Liaño contra Zaragoza fue rechazada de plano por la Fiscalía del Estado, que ponderó la "seriedad y el rigor" del teniente Antidroga. El pasado año, Vioque fue condenado por haber encargado desde la cárcel el asesinato de Javier Zaragoza.
La propuesta fue celebrada por la UPF, a la que pertenece Zaragoza por considerarle el candidato más "idóneo y capaz". La conservadora AF expresó su "reconocimiento y respeto profesional" por Zaragoza, aunque disintió de la política de nombramientos de Conde-Pumpido, en la que "que prima la confianza o sintonía personal". El Consejo Fiscal apoyó después, por unanimidad, a Paloma Conde-Pumpido, prima del fiscal general, como fiscal delegada de Antidroga para la Comunidad de Madrid.
