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Duran Lleida aboga por la entrada de CiU en el Gobierno para estar en la "cocina de la política"

El líder de Unió celebra el 75 aniversario del partido con una concurrida conferencia en Barcelona

"Pasar del ahora decidiremos al ahora gobernaremos". El líder de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, apostó ayer por que Convergència i Unió se implique decididamente en la gobernabilidad de España y se integre en el Gobierno una vez "agotada", subrayó, la fórmula de los apoyos parlamentarios. Duran, en una multitudinaria conferencia en el Teatre Nacional de Catalunya con motivo del 75 aniversario de la formación democristiana, no puso fecha a esta incorporación, pero precisó que debe ser una vez aprobado el nuevo Estatuto. "Nos interesa estar en la cocina, en la sala de máquinas de la política (...) porque allí se toman demasiadas decisiones como para no estar presente", manifestó.

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Duran fue contundente en su defensa de un Gobierno de coalición en Madrid. ¿Cuándo? Una vez aprobada la reforma estatutaria y cuando "sea la hora". ¿Con quién? No lo especificó. Pero por la mañana, en declaraciones a Catalunya Ràdio, descartó categóricamente aliarse con el Partido Popular aunque fuera la formación más votada en unas generales. Si no es con el PP, sólo queda el PSOE, con su presidente José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza.

Los dirigentes de CiU siempre han especulado con la posibilidad de comprometerse más a fondo en el Gobierno español pero ayer fue la primera vez que uno de ellos no dejaba lugar a dudas sobre las intenciones futuras de los nacionalistas. "Creo que se ha agotado el modelo de participación en la gobernabilidad desde el apoyo parlamentario. Deja siempre la suspicacia de que sólo nos ocupa resolver nuestros problemas y que, a pesar de tener el derecho de hacerlo, impide ver al catalanismo como una corriente regeneradora para todo el Estado", manifestó.

El objetivo es, por tanto, que haya ministros de CiU, sea o no uno de ellos el propio Duran Lleida. "No sé cuántos años hace que oigo lo de que Duran quiere ser ministro", se lamentó. Para el líder democristiano, una vez aprobado el nuevo Estatuto, CiU ha de participar en la toma de decisiones de la política española porque allí, en la propia "cocina" del poder "se toman demasiadas decisiones como para no estar presente". Esta colaboración pondría fin, en su Duran, a un periodo de excepcionalidad histórica de los últimos 26 años y se abriría una nueva etapa de gobiernos de coalición.

Duran, al contrario que el líder convergente, Artur Mas, no supeditó esta participación al hecho de que CiU gobierne en Cataluña, aunque se mostró convencido de que la federación nacionalista se hará con la victoria en las próximas elecciones autonómicas. Para lograrlo, el presidente de Unió reclamó que CiU se mantenga firme en sus ideales y programa y que haga oídos sordos a los cantos de sirena de los sectores más nacionalistas de la federación. "Lo peor que podría suceder en Cataluña es que CiU hiciera de Esquerra Republicana y que Esquerra hiciese de CiU. Nosotros, lo que sabemos hacer, es de CiU", proclamó.

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Antes de las elecciones en Cataluña, que Duran auguró cercanas, se celebrará el referéndum sobre el Estatuto, un referéndum en el que CiU tiene que liderar el " sin matices y con entusiasmo" para lograr una victoria contundente: "El mejor regalo que podríamos hacer a nuestros adversarios es que el Estatuto se aprobase por los pelos y con una mínima participación".

En la conferencia pronunciada en un abarrotado Teatre Nacional, Duran reiteró su opinión, opuesta a la de Mas, de que la negociación del Estatuto en Cataluña estuvo plagada de tacticismo por parte de todas las formaciones políticas y se quejó del "enfrentamiento" que ha provocado este proceso entre "una parte de la sociedad española y la catalana" por culpa, sostuvo, de ambas partes.

El líder de Unió fue presentado por el presidente de la Fundación Enciclopedia Catalana, Raimon Carrasco, hijo de Manuel Carrasco i Formiguera, uno de los fundadores del partido que fue asesinado por los franquistas. La plana mayor de CiU encabezó la lista de asistentes, como Artur Mas, al que se sumó la vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre. No faltaron nombres célebres del mundo empresarial como Joan Rosell (Fomento), Josep Manuel Basáñez (Caprabo), Carlos Homedes (Nike), Montserrat Raventós (Codorniu) o Ignasi Ferrero (Nutrexpa).

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