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14 menores declaran como sospechosos por la muerte de un travesti en Oporto

La víctima, drogadicta y sin techo, fue apedreada y su cadáver abandonado en un pozo

Portugal amaneció ayer conmocionado por la noticia de un crimen terrible. Catorce adolescentes, con edades entre los 13 y los 16 años, empezaron a declarar ante la Policía Judicial y el Tribunal de Familia y Menores de Oporto como sospechosos del asesinato a pedradas y golpes de un hombre de entre 35 y 40 años, drogadicto y sin techo que ejercía la prostitución como travesti. Uno de los jóvenes, de 16 años, fue detenido anoche.

La mayoría de los sospechosos residen en los Talleres de San José, una institución de solidaridad social que depende de la Diócesis local y trabaja para reinsertar a meninos da rua (niños de la calle) y jóvenes sin hogar.

El crimen, según informó ayer Público, habría sucedido el lunes pasado pero sólo fue conocido por la policía el miércoles, cuando uno de los jóvenes contó lo ocurrido a una profesora del centro San José. Ésta lo relató a su vez a la policía, que se dirigió al lugar donde según el joven estaba escondido el cadáver, un foso de unos 10 metros de profundidad situado en el subterráneo de un estacionamiento en pleno centro de Oporto. Los buceadores de los bomberos locales que sacaron el cuerpo del agua dijeron que presentaba ya señales de descomposición.

Las circunstancias en que se produjo la muerte del hombre no habían sido aclaradas del todo ayer, pero según testimonios citados por medios locales, los jóvenes apedrearon y apalearon al hombre y después lo abandonaron en un garaje próximo donde a veces pernoctan algunos drogodependientes.

Según dijeron anoche las televisiones SIC y RTP, los jóvenes habían agredido varias veces al travesti durante la semana anterior. Por el relato de uno de los menores a su profesora, el hombre agredido estaba con vida en el momento en que fue trasladado a ese garaje y también al día siguiente, ya que lo encontraron tumbado en el suelo y, al darle una patada, le oyeron gemir.

El miércoles por la mañana los jóvenes encontraron muerto al hombre, y, ante el miedo a que se les imputase el crimen, decidieron esconderlo en el pozo y luego volvieron al colegio, cuenta Público.

Según este diario, los menores han negado haber actuado con intención de matar, aunque tampoco explicaron qué fue lo que les llevó a agredir al travesti, a quien, según decía ayer Jornal de Noticias, los agresores conocían de antes. La asociación No te prives denunció anoche que en los últimos tiempos se han recrudecido las agresiones a homosexuales en el país.

El ministro de Trabajo y Solidaridad Social, Vieira da Silva, se manifestó "muy impresionado" con el crimen, que envuelve a adolescentes internos de una Institución Particular de Solidaridad Social que acoge a jóvenes en riesgo y con problemas.

La diócesis de Oporto, que tutela la institución donde residen algunos de los jóvenes, afirmó ayer que no sabe "nada de nada" sobre el asunto. Según dijo a este diario el padre José Maia, director de la Fundación Filos que lleva trabajando con niños de la calle en Oporto desde hace 26 años, en la segunda ciudad de Portugal hay "cientos de menores abandonados viviendo en la calle".

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