Que los muertos entierren a los muertos
Lamento la sorpresa y escándalo de Santiago Macías, vicepresidente de ARMH, ante una de mis respuestas a la entrevista que se me hizo para Babelia, publicada el pasado día 11. Se trataba de una respuesta marginal al asunto de dicha entrevista, que sin duda ha sido mal interpretada por el señor Macías. Al hablar de fosas lo hacía en sentido figurado, lo que pudiéramos entender por fantasmas del pasado, ya que las fosas -en sentido literal- por descubrir me hace el efecto de que son muy pocas, y por lo general de soldados de uno y otro bando muertos en campaña.
En cuanto a que "los muertos son de muchas tendencias", me parece obvio: republicanos fusilados en Mallorca, Galicia o Andalucía, por el mero hecho de serlo; curas y burgueses fusilados en Cataluña, Madrid o Asturias también por el mero hecho de serlo; anarquistas cazados a tiro limpio por las tropas del Frente Popular en Barcelona; líderes trotskistas asesinados en las cárceles de la República; las sentencias y más sentencias de muerte surgidas de los consejos de guerra del franquismo...
Créame, eso de dejar en paz a los muertos no es cosa mía. Tengo la impresión de que la inmensa mayoría, no ya de historiadores o intelectuales, sino sobre todo de los ciudadanos, piensa lo mismo.