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Inaugurado el nuevo enlace de la M-30 con Pío XII, que da servicio a casi 300.000 coches

La reforma del nudo de La Paloma evita "58.000 maniobras peligrosas" cada día, según Gallardón

Después de año y medio de obras y casi 50 millones de euros gastados, el remodelado nudo de La Paloma -conexión de la M-30 y la avenida de Pío XII- fue inaugurado ayer con un nuevo trazado que, según el Ayuntamiento, evitará a los conductores "58.000 maniobras peligrosas" cada día. Este nudo de circulación, que cruzan a diario 281.000 vehículos, estaba diseñado de tal forma que hacía coincidir en una misma calzada a conductores que debían tomar tres direcciones distintas, lo que generaba "peligrosos trenzados de tráfico" y causó 33 accidentes con víctimas en 2004, explicó el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. A partir de ahora esos movimientos quedan separados y los giros se hacen más fáciles.

Ruiz-Gallardón subrayó que la obra de La Paloma se ha terminado seis meses antes del plazo previsto y ha costado 49,6 millones de euros, 305.000 euros menos de los presupuestado. También es cierto que el proyecto inicial, presentado por el alcalde en septiembre de 2004, ha sido modificado: en principio la Concejalía de Urbanismo planteó derribar el actual paso elevado y sustituirlo por un túnel de 670 metros bajo la avenida de la Paz (el nombre que adquiere la M-30 en su tramo este). Esta solución fue finalmente descartada.

Además, una parte sustancial del proyecto, la construcción de dos túneles que enlazarán con el nuevo subterráneo de Pío XII y permitirán llegar desde el paseo de la Castellana a la M-30 (y viceversa) sin semáforos, no podrán entrar en funcionamiento hasta el año próximo -cuando se abra el nuevo túnel de Pío XII-, aunque ya están terminados y pagados.

La obra del nudo de La Paloma tenía un objetivo principal: eliminar el efecto "trenzado" en el cruce de Pío XII con la M-30. Allí coincidían, en la misma calzada elevada, los conductores que viniendo por Pío XII desde el sur querían incorporarse a la M-30; quienes hacían el movimiento contrario -girar desde la M-30 a Pío XII- y aquellos que pretendían continuar por la M-30 hacia el norte. "Se producían situaciones peligrosísimas", explica Manuel Arnaiz, director general de Infraestructuras. En el año 2004 ese cruce de La Paloma registró un accidente mortal, 32 con heridos y 42 choques sin víctimas.

La solución ha pasado por desdoblar los giros y construir dos pequeños pasos inferiores. Ahora, el conductor que venga desde el sur por Pío XII y pretenda seguir por esa vía hacia Chamartín podrá girar a la izquierda, meterse por el primer paso inferior -Pío XII se convierte ahí en vía de doble sentido- y salir directamente al cruce con la avenida de Burgos, evitando la vuelta que estaba obligado a dar antes.

Se elimina el "trenzado"

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Quienes, por el contrario, desde Pío XII quieran incorporarse a la M-30 lo harán como hasta ahora: por el paso elevado. Y los conductores que salgan de la M-30 sur para acceder a Pío XII lo harán por el segundo paso inferior, que tampoco es subterráneo. Así, afirma Arnaiz, se elimina el peligroso "trenzado" de coches que se producía en la calzada original.

El segundo objetivo de la obra está cumplido sólo en parte. El Ayuntamiento proyectó la construcción de sendos túneles -de 405 y 209 metros respectivamente- que enlazarían, cada uno en un sentido de circulación, con el nuevo túnel de Pío XII. Pero éste -que crecerá en longitud y tendrá doble sentido- no será inaugurado hasta la primavera de 2007, y hasta entonces los nuevos túneles de La Paloma no pueden tampoco entrar en funcionamiento, aunque ya están terminados, según dijo el alcalde. Cuando se abran a la circulación, "absorberán 42.300 de los 72.500 vehículos que cruzan ahora en superficie" por la conexión de Pío XII y la avenida de Burgos.

La obra ha obligado a talar 399 árboles y trasplantar otros 73. En su lugar se han plantado 945 ejemplares. Ruiz-Gallardón, acompañado por la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, y el coordinador general de Infraestructuras, Manuel Melis, subrayó que la remodelación de La Paloma no sólo mejora el transporte privado sino también el público, porque los 30.000 usuarios de las líneas de autobús que atraviesan esa zona "verán cómo se acortan los tiempos de sus trayectos".

El alcalde aprovechó, una vez más, para teorizar sobre la mentalidad "conservadora, en el sentido vital de la expresión" de quienes se oponen a las obras que "transforman la ciudad". "Envejecen antes de tiempo", dijo. Y agregó, sin llegar a citar a los grupos de oposición: "Hay que desperezar a esas personas".

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