_
_
_
_
_
RELEVO EN LA FISCALÍA DE LA AUDIENCIA

Fungairiño, forzado por Conde-Pumpido a renunciar a la fiscalía de la Audiencia

El fiscal del Estado le sugirió un posible cese por incumplir reiteradamente sus instrucciones

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño Bringas, de 59 años, aceptó ayer la renuncia de su cargo que le fue solicitada por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, como alternativa a su previsible remoción forzosa ante una grave pérdida de confianza. Tras 26 años en la Audiencia Nacional y con una gestión fuertemente polémica en algunos periodos, en los que capitaneó la conocida como fiscalía de los indomables, Fungairiño ha aceptado la propuesta de ser destinado al Tribunal Supremo y quedar como delegado en la Fiscalía General para asuntos de terrorismo.

Fungairiño quedará adscrito a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo
El fiscal general se enteró por la prensa de la próxima excarcelación de dos islamistas
Más información
Conde-Pumpido admite que pidió a Fungairiño su renuncia porque "la paciencia tiene un límite"
El Consejo Fiscal rechaza la petición de dimisión de Conde-Pumpido hecha por los conservadores
El fiscal alega "razones estrictamente personales"

La renuncia del fiscal jefe de la Audiencia Nacional se planteó en el curso de una reunión a la que fue convocado en la mañana de ayer, y en la que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, le hizo ver las ventajas de acomodarse a la situación aceptando un destino en el Tribunal Supremo. Al tiempo, se aceptaba aprovechar la experiencia de Fungairiño en la lucha antiterrorista, quedando como delegado de la Fiscalía General para asuntos de terrorismo.

Según fuentes fiscales, en la reunión a la que fue convocado Fungairiño estuvieron presentes, junto al fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, el teniente fiscal, Juan José Martín Casallo, y la jefe de la Secretaría Técnica, Elvira Tejada. Conde-Pumpido indicó a Fungairiño que llevaba ya 26 años en la Audiencia Nacional, nueve de ellos como fiscal jefe, y los dos últimos con el mandato prorrogado, y que consideraba llegado el momento de aprovechar su dilatada experiencia en un tribunal de rango superior, como es el Supremo, por lo que le pedía su renuncia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, que ya intuía el sentido de la reunión desde que fue convocado, aceptó ser destinado al Supremo, sabedor de que la alternativa a una petición de ese tipo por el fiscal general es la remoción del cargo, prevista en el artículo 40 del Estatuto del Ministerio Fiscal, y de que Conde-Pumpido tenía la firme voluntad de trasladarle en caso de no haber aceptado. Fungairiño quedará adscrito a la Sala de lo Penal del Supremo y será nombrado delegado para asuntos de Terrorismo en la Fiscalía General.

Las fuentes fiscales consultadas explicaron que en los últimos meses se habían agudizado los desencuentros entre Conde-Pumpido y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, dada la acusada personalidad con la que este último dirige la Fiscalía Antiterrorista y los sucesivos incumplimientos por Fungairiño de las instrucciones del fiscal general.

El último de éstos se produjo la semana pasada, cuando el fiscal general se percató por una información de este periódico de que dos islamistas condenados en la Operación Dátil condenados a ocho años de cárcel saldrán en libertad el próximo 17 de febrero al tener cumplida para esa fecha el límite de la mitad de la condena, si para entonces el Tribunal Supremo no ha visto su recurso de casación. A raíz de que por una situación similar, en junio 2002 quedó en libertad el terrorista islámico Allekhema Lamari -que luego participó en los atentados del 11-M de 2004 y se suicidó en Leganés-, Conde-Pumpido dio instrucciones para que en tales supuestos los fiscales avisasen al Supremo con tres meses de antelación de la urgencia de tramitar los recursos de casación. Según las fuentes consultadas, mientras desde otras Audiencias se han cursado más de un centenar de avisos de este tipo, la fiscalía que dirige Fungairiño no ha cursado ninguno, y en concreto, tampoco el de los islamistas de la Operación Dátil.

El fiscal general se enteró también por la prensa de la queja del presidente de la Sala Penal de la Audiencia de que la lentitud del juez Juan Del Olmo en la instrucción del sumario podría poner en peligro la celebración del juicio. Conde-Pumpido tiene ordenado que se le informe mensualmente de las incidencias del sumario del 11-M, y en los informes recibidos de la Audiencia Nacional no figura nada de eso.

Las mismas fuentes indicaron que la fiscalía que dirige Fungairiño también incumplió una Instrucción de 2003 en la que la Fiscalía General ordenaba pedir la pena accesoria de alejamiento en los juicios por terrorismo. Esta orden también cayó en el olvido hasta que el Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, se dirigió a Conde-Pumpido instando que se pidiera el alejamiento de los terroristas para evitar casos como el de la viuda de Ramón Baglietto, que ha tenido que soportar que el etarra Kandido Azpiazu, que asesinó a su marido, instale un negocio en el mismo edificio donde reside su víctima.

La fiscalía que dirige Fungairiño tampoco dio cuenta al teniente fiscal del Supremo de la apertura de un expediente por el Consejo del Poder Judicial al magistrado de la Audiencia Nacional Luis Martínez de Salinas ni las razones por las que el fiscal renunció a informar en el expediente.

El momento de mayor tensión con Fungairiño se suscitó a raíz de su polémica comparecencia en las Cortes para informar sobre el atentado del 11-M, el 15 de julio de 2004. En tono displicente, el fiscal de la Audiencia Nacional aseguró que no sabía nada de una furgoneta abandonada por los terroristas en Alcalá de Henares porque no leía los periódicos ni escuchaba la radio, y, "por higiene mental", en la televisión sólo veía los documentales de la BBC. Fuentes cercanas al fiscal general explicaron que si entonces no fue destituido fue para no dejar descabezada la Fiscalía Antiterrorista transcurridos apenas cuatro meses del gravísimo atentado que causó 191 muertos y casi 2.000 heridos.

Además, siempre según dichas fuentes, Fungairiño se reservaba los principales contactos internacionales, con Eurojust, con fiscales norteamericanos o con el CNI "y no compartía información" con otras instancias fiscales.

El pasado diciembre, Conde-Pumpido le dirigió un severo aviso, dictando una Instrucción en la que se transfería al fiscal Antidroga, Javier Zaragoza -uno de los posibles candidatos que más suenan a la sucesión de Fungairiño-, las competencias en expedientes de extradición y órdenes europeas de detención y entrega en delitos de narcotráfico y blanqueo de dinero, que hasta la fecha acaparaba Fungairiño.

Eduardo Fungairiño.
Eduardo Fungairiño.ULY MARTÍN

LOS INCUMPLIMIENTOS DE FUNGAIRIÑO

- No alertar al Tribunal Supremo de que algunos de los condenados por terrorismo de la célula española de Al Qaeda relacionada con los atentados del 11-S en Estados Unidos podrían salir en libertad (dos ya lo han conseguido) si no se resolvían con urgencia sus recursos de casación

- No informar a la Fiscalía General del Estado de la lentitud en la instrucción del sumario del 11-M. El Consejo General del Poder Judicial ha prorrogado dos meses la dedicación exclusiva del juez Juan del Olmo a los atentados de Madrid

- No cumplir una circular de 2003 que obligaba a pedir penas accesorias de alejamiento para etarras

- No dar cuenta al teniente fiscal del expediente disciplinario abierto por el Consejo General del Poder Judicial al magistrado Luis Martínez Salinas

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_