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CAMBIO HISTÓRICO EN ORIENTE PRÓXIMO

El Gobierno israelí reconoce que Hamás está actuando de "manera responsable"

Yihad Islámica respetará una tregua para evitar perjudicar al movimiento radical vencedor

El discurso es altisonante y agresivo. En la práctica, sin embargo, todos los indicios apuntan a que Israel y Hamás, que aún saborea su rotunda victoria en las elecciones legislativas del miércoles, no están dispuestos a lanzarse al campo de batalla. El pragmatismo se impone. Los dirigentes del Movimiento de Resistencia Islámica no se cansan de repetir que no atacarán salvo que sean agredidos, y el ministro de Defensa israelí, Saúl Mofaz, en unas declaraciones inusuales, comentó ayer, tras la reunión del Gobierno, que los fundamentalistas se están comportando de "manera responsable".

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El primer ministro israelí, Ehud Olmert, enumeró ayer, tras la habitual reunión dominical del Ejecutivo, los requisitos imprescindibles que deben cumplir todos los partidos palestinos para emprender futuras negociaciones con la Autoridad Nacional Palestina (ANP). A saber: rechazo explícito del terrorismo, reconocimiento del Estado judío, la renuncia a su destrucción por parte de Hamás, y el apoyo a todos los pactos firmados por ambas partes desde los Acuerdos de Oslo de 1993. A corto plazo no es previsible que los islamistas se comprometan a ninguna de las exigencias, pero tampoco parece inminente un rebrote de la violencia.

"Si Hamás comete nuevos ataques terroristas, Israel actuará contra esa organización como lo hizo en el pasado, incluso con asesinatos selectivos", afirmó Olmert. El responsable de Defensa advirtió la noche del sábado de que "Hamás sabe muy bien cuál es el poder y la capacidad de Israel contra el terrorismo".

Muy lejos de las declaraciones de algunos dirigentes de la extrema derecha, que han reclamado el asesinato de los diputados recién electos de Hamás en el caso de que se reanuden los atentados, Mofaz optó, en declaraciones a una emisora de radio, por calmar los ánimos: "Están actuando de manera responsable en la fase posterior a las elecciones". A su juicio, la ANP "tiene ahora dos cabezas". "Hay que esperar", añadió, "hasta después del periodo transitorio para comprobar cuál es la realidad de los territorios palestinos".

El potente grupo islamista -se adueñó en las urnas de 74 de los 132 escaños del Parlamento- también habla con trazo grueso. No reconocerán a Israel, ni entregarán las armas, aseguran. No obstante, han hecho honor a su palabra y mantienen la tregua declarada hace un año con la vista puesta en la retirada de Gaza y en las elecciones. Y nada hace pensar que desee romperla en las próximas semanas. "Si no nos atacan, no responderemos", afirman sus dirigentes. Mofaz mostró su convencimiento de que Hamás frenará, al menos a corto plazo, toda actitud violenta contra Israel.

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Hay más señales, aunque siempre es aconsejable la cautela, de que la precaria tranquilidad que se vive en el torbellino del conflicto israelí-palestino no se quebrará abruptamente. Yihad Islámica, el movimiento islamista que ha reivindicado cuatro atentados suicidas en los últimos 12 meses -en los que han muerto un veintena de civiles israelíes- también se ha decantado por atemperar su agresividad.

Según anunció ayer un alto funcionario de la ANP citado por el diario Yediot Ahoronot, Yihad se ha comprometido a respetar una tregua para no poner en aprietos a Hamás y no dañar la imagen de pragmatismo que el vencedor de las elecciones pretende ofrecer. Sólo las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, las milicias de Al Fatah -partido hegemónico que el miércoles fue derrotado sin paliativos en los comicios- aseguran que si esta formación pacta con Hamás para la formación del Gobierno, lanzará ataques contra Israel.

Evacuación de colonos

Futuras decisiones de Israel también pueden contribuir al sosiego. La semana entrante se procederá, si no se decide un nuevo aplazamiento, a la evacuación de varias decenas de colonos en dos pequeños asentamientos en Amona (Cisjordania) y de varios radicales judíos atrincherados en un mercado de la ciudad Hebrón. Siete mil policías comenzaron a desplegarse ayer para esta operación, la primera de esta naturaleza desde la retirada de Gaza, completada en septiembre del año pasado.

Aunque el Ejecutivo de Olmert también dio anoche una de arena. Pese a las recomendaciones de responsables de defensa de transferir los impuestos y derechos de aduanas que retienen cada mes a la Administración palestina, el primer ministro anunció que no tiene intención de entregar 36 millones de euros que adeuda a la ANP. "No daremos ese dinero, porque será utilizado para actividades terroristas. No estamos preparados de ninguna manera a ceder esa cantidad para que esté bajo control de asesinos que persiguen la destrucción de Israel", afirmó.

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