Benedicto XVI dedica al amor su primera encíclica
Benedicto XVI anticipó ayer los rasgos esenciales de su primera encíclica, Deus caritas est (Dios es amor), un texto de unas 50 páginas cuya publicación estaba anunciada para mañana. La obra, según su autor, estaba dividida en dos partes, "una primera, teórica, que habla de la esencia del amor, y una segunda que trata de la caridad eclesiástica y de las organizaciones caritativas".
"En esta encíclica", explicó el Papa, "los temas de Dios, de Cristo y del Amor son fundidos como guía central de la fe cristiana. Quería demostrar la humanidad de la fe, de la que forma parte el eros, es decir, el sí del hombre a su corporeidad creada por Dios, un sí que en el matrimonio indisoluble entre hombre y mujer encuentra su forma radicada en la Creación. Es ahí", prosiguió, "donde el eros se transforma en ágape y el amor por el prójimo deja de buscarse a sí mismo y se convierte en preocupación por el otro, en apertura al don de una nueva vida humana".
En la segunda parte, indicó Benedicto XVI, "era necesario resaltar que el acto personal del ágape no debe nunca quedarse en algo individual, sino que debe transformarse en un acto esencial de la Iglesia como comunidad". "El espectáculo del hombre que sufre", agregó, "toca nuestro corazón. Es Dios mismo quien íntimamente nos empuja a aliviar la miseria".
