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Reportaje:

Vuelven los cantores del sur

El Teatro Real acoge otra vez 'El pequeño deshollinador' con nueve niños de Leganés, Getafe, Parla y Pinto

Los alumnos del programa de canto infantil Padre Soler, de la Universidad Carlos III, vuelven este mes a salir de las clases para subir al escenario del coliseo del bel canto en Madrid. Este grupo de nueve chavales de entre 11 y 14 años ya estuvo en el Teatro Real el pasado mes de junio interpretando El pequeño deshollinador, de Benjamin Britten. Y el éxito de público y crítica fue tal que los programadores del coliseo operístico han vuelto a llamarles para que repitan.

"Fue un espectáculo redondo, porque a la gente le encantó y la crítica también les aplaudió; por eso mi antecesor, Emilio Sagi, buscó un hueco en la programación de este año", apunta el actual director artístico del Teatro Real, Antonio Moral.

"El problema con estos proyectos es que los tenemos que intercalar con óperas más grandes y siempre nos quedamos con mucha demanda, así que estoy pensando en volver a programar El pequeño deshollinador para el año próximo", añade. De momento, los niños actuarán los próximos 18, 21 y 23 de este mes, en horario de mañana y tarde y con funciones específicas para colegios y otras para el público en general.

Este reclamo ha vuelto a despertar el interés de los medios de comunicación por unos artistas muy jóvenes, lo que ha hecho que sus maestros redoblen esfuerzos por evitar "que no se les suba el pavo". Así, el director del programa Padre Soler sometió a los nueve cantores a una "cura de humildad" después de la actuación de junio pasado.

Fue un "bautismo de hielo", tal y como explica el propio David Peraltó. "Metí a todos los niños en el lavabo del auditorio donde ensayamos; cogí un barreño con agua y hielo y les hice repetir unas palabras escritas en un papel", rememora Peraltó. Las palabras que uno a uno tuvieron que recitar eran: "Yo, que he cantado en el Teatro Real como solista y que me han entrevistado en muchos medios de comunicación, me aseguro con esta acción de que mantengo la cabeza fría y seguiré siendo una persona humilde".

Y tras la perorata, chapuzón de la cabeza dentro del agua helada. La gélida terapia dio sus resultados, a juicio de Peraltó. "Después de aquello nos reímos mucho, pero, entre risa y risa, conseguí que no les afectase el éxito y ahora están mucho mejor preparados para la actuación de este mes", comenta el director del programa, que está patrocinado por los ayuntamientos de Parla y Pinto.

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El reparto de esta segunda tanda de El pequeño deshollinador apenas ha registrado algún cambio. Las voces de algunos chavales han madurado en estos siete meses, pero sólo se han producido un par de sustituciones. La calidad del trabajo es excelente, en palabras del director artístico del Real. "No hay tantos coros infantiles en la Comunidad de Madrid con los que se pueda trabajar, y éste de la Universidad Carlos III está desarrollando un trabajo excelente", dice Moral.

En esta ocasión, "el control de calidad" ya está hecho, según el director de escena de la obra, Ignacio García. "Los ensayos actuales tienen menos presión porque ya se saben el papel", comenta, y añade: "Los chavales han hecho un trabajo excepcional". Alaba sobre todo el sacrificio de los más pequeños, que dejan de jugar los sábados y domingos para ensayar en el Real, su nuevo espacio de sueños.

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