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Reportaje:

Campeona en tenacidad

La valenciana Lola Ochoa alcanza la élite mundial del tenis en silla de ruedas tras ganar un torneo internacional en Praga

Esta historia debería haberse publicado en la prensa deportiva, en las páginas de deportes de los diarios de información general; debería haber salido en los informativos deportivos de los distintos canales de televisión y de radio... Pero no fue así, como suele ocurrir con los éxitos de los deportistas con discapacidad, que pasan inadvertidos la mayoría de las veces en un país en el que el fútbol polariza la información deportiva.

La historia de Lola Ochoa, una tenista parapléjica de 27 años, es la historia de una deportista como otra cualquiera, de una mujer que se entrena seis o siete horas semanales, que perfecciona su revés, su drive, los golpes liftados y cortados una y otra vez cinco o seis días a la semana bajo la supervisión de su entrenador, José Palomares. Lola Ochoa, valenciana, ganó el primer fin de semana de diciembre el torneo de tenis en silla de ruedas de Praga. Fue su primer gran éxito internacional. Una victoria basada, según Palomares, en la tenacidad de la tenista, en su capacidad de superación. "Soy muy exigente conmigo misma", asegura Lola, quien la próxima semana disputará en Madrid el Masters ante los ocho mejores jugadores españoles. Será la única chica.

Lola compagina el tenis con su trabajo en una entidad bancaria. Tras ganar en Praga, se ha colocado en el puesto 32 del ranking internacional. Es, de largo, la mejor jugadora española. "En España", cuenta David Sanz, seleccionador nacional, "apenas hay jugadores. Por eso los torneos son mixtos. Esto, por una parte, es una ventaja para Lola, pero por otra no, ya que debería medirse a otras chicas, contra quienes realmente se enfrenta en el circuito".

La Federación Española de tenis ultima actualmente el programa paralímpico 2008. "Hay una preselección de ocho jugadores, entre ellos Lola Ochoa", afirma Sanz; "el objetivo es que compitan más, sobre todo en el extranjero, para que mejoren sus resultados y competitividad. También proyectamos realizar concentraciones puntuales". "La diferencia entre las diez o quince mejores jugadoras mundiales y el resto es el tiempo que dedican a entrenarse y competir", considera Palomares; "las primeras del ranking son profesionales, con todas las ventajas que ello implica. El resto, no. Y eso se nota en la pista". En este sentido, según la tenista valenciana, la referencia a seguir es Holanda. Cinco de las diez mejores jugadoras del mundo son holandesas. "Tienen mucho apoyo por parte de su federación, que es muy potente", asegura Lola, una deportista totalmente amateur. "Pensar en dedicarme al tenis es una quimera", dice, "no puedo renunciar a mi trabajo". Las ayudas que percibe de la Federación Española y de la de deportes adaptados contribuyen a sufragar algunos gastos, pero son insuficientes. "En Praga me compensó el viaje porque gané, pero si no es así...", lamenta medio resignada.

El tenis en silla de ruedas tiene su propia web (www.wheelchairtennis.com). En resultados, aparece el torneo Prague Cup, que ganó Lola Ochoa ante la inglesa Lucy Shuker por 6-2, 7-5. Esta victoria ha disparado a la valenciana en el ranking, además de reforzar su optimismo con vistas al futuro. Lola participó en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, donde perdió en primera ronda ante la japonesa Chiyoko Ohmae, actualmente la 18ª mejor jugadora del mundo y entonces la octava. Apenas hacía cuatro años que Lola se tomaba en serio el tenis, deporte que practicó de pequeña y retomó tras el accidente que sufrió en la adolescencia. Su capacidad de superación la ha llevado a la cima del tenis en silla de ruedas. Y todo apunta a que seguirá ahí por mucho tiempo.

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