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Barberá ya aprobó la limitación de locales en El Carme en 2002

Sara Velert

La moratoria de apertura de nuevos locales que anunció el miércoles la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en respuesta a las quejas vecinales por el ruido y el botellón, ya cuenta con antecedentes en una medida aprobada por el equipo de gobierno en 2002. Al menos para los barrios de El Carme, Velluters y Mercat, donde la situacion no ha mejorado en los últimos años. El Ayuntamiento aprobó hace tres años la limitación de apertura de locales con ambientación musical a menos de 65 metros de otro negocio de las mismas características, con el fin de frenar la proliferación y concentración de pubs y bares en algunas zonas de la ciudad. Una disposición adicional al Pepri (Plan Especial de de Protección y Reforma Interior) del centro histórico publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el 28 de noviembre de 2002 estableció, además, que esa limitación de apertura se extendía en el caso del centro histórico "a las actividades de pubs, bares, cafeterías y similares, exceptuando restaurantes, aunque no cuenten con ambientación musical", una medida que suponía prácticamente una moratoria como la que estudiará la alcaldesa.

Sin embargo, desde 2002 "se han seguido abriendo locales", criticó ayer el portavoz socialista, Rafael Rubio, quien exigió a Barberá que aplique esa disposición adicional del Pepri y las restantes normas y ordenanzas aprobadas desde hace tiempo para combatir el ruido "en vez de mirar hacia otro lado". "Es su obligación", abundó Rubio "y está en las normas, es un tema de disciplina". La propuesta de Barberá a vecinos y hosteleros de estudiar una moratoria de apertura de locales es para los socialistas "un brindis al sol" tras años de denuncias, especialmente de los habitantes del centro histórico y otras zonas de ocio saturadas. Rubio también consideró "grave" que la alcaldesa pida a las partes implicadas un estudio o mapa para determinar "en qué calles y zonas" pueden instalarse aún locales, ya que "tiene a su disposición un equipo de gobierno y a los funcionarios". "Debería tener un mapa con todos los locales y las licencias que se han dado y no pedir a los afectados que lo elaboren", declaró Rubio. "Si no conoce la situación es grave", añadió el portavoz socialista.

Horarios

La alcaldesa, por su parte, tras la Junta de Gobierno celebrada ayer, reiteró que la reunión del pasado miércoles fue "muy positiva" y "esperanzadora". Barberá resaltó que las partes mostraron "voluntad de colaborar" y llevar a cabo "una acción conjunta" que permita "conseguir un ocio de calidad compatible con el respeto, la convivencia y el descanso", informó Efe. De nuevo, Barberá incidió en el cumplimiento de los horarios de cierre y la prohibición del botellón -medidas recogidas desde hace tiempo en las normas municipales-, para lo cual pedirá apoyo de la Policía Nacional. Se creará, además, una comisión de seguimiento con vecinos y hosteleros. Una comisión similar ha celebrado diversas reuniones en los últimos dos años sin avances significativos.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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