_
_
_
_
_

El Ayuntamiento de Lleida culpa a una inmobiliaria del hundimiento de una casa

El municipio reclamará responsabilidades si el juez ve indicios de mala actuación

El Ayuntamiento de Lleida anunció ayer la apertura de un expediente para determinar las causas que el sábado provocaron el hundimiento parcial de un inmueble de cinco plantas en la calle de Cavallers, en el centro histórico. El consistorio apunta como responsable del incidente a la empresa inmobiliaria que el pasado mes de abril derribó la casa contigua y no realizó las obras de refuerzo exigidas por los técnicos municipales. El alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, declaró que el expediente será remitido al juez y que si éste encuentra indicios de irregularidades en la actuación de la inmobiliaria, el Ayuntamiento se personará en la causa para reclamar responsabilidades por lo ocurrido.

A diferencia de lo que sostienen los vecinos, Ros considera que no hubo negligencia en la actuación de los técnicos que visitaron el inmueble siniestrado y no detectaron peligro. "No ha habido negligencia por parte del Ayuntamiento porque durante todo este tiempo ha instado a la inmobiliaria a edificar el solar o a reparar la pared medianera, pero hasta la última semana no actuó", señaló Ros, que insiste en atribuir el hundimiento a un cúmulo de circunstancias. Hacía sólo tres días que la propietaria del solar contiguo había colocado una capa de hormigón en el suelo, pero no había reforzado las vigas de contención de la pared medianera como se le había requerido de forma reiterada.

El consistorio permitió ayer regresar a sus pisos a los 90 vecinos desalojados de ocho inmuebles próximos, ya que considera que, una vez finalizadas las tareas de derribo del edificio siniestrado, ya no hay peligro. Sin embargo, algunos se mostraron reacios a regresar a sus casas por miedo a nuevos hundimientos. En una reunión muy tensa con responsables municipales, estos vecinos manifestaron que se sienten inseguros en sus casas, ya que algunas tienen grietas y filtraciones de agua. "El sábado, cuando se derrumbó la casa de Cavallers, las nuestras también se movieron. Si antes estaban en malas condiciones, ahora están peor. Yo no pienso entrar en casa para morirme", explicó Mari Carmen Jiménez.

Los vecinos, entre 20 y 30, de unos de los inmuebles que fueron desalojados el domingo y a los que se autorizó a regresar ayer al mediodía, fueron desalojados de nuevo a media tarde por orden del Ayuntamiento después de que uno de los arquitectos municipales, que había inspeccionado el edificio a petición de los afectados, detectara deficiencias estructurales graves. Todos ellos ocupaban los pisos en régimen de alquiler. El Ayuntamiento ha ordenado al propietario la reparación inmediata de estos defectos. De momento, el consistorio se hará cargo del realojo, aunque traspasa la responsabilidad al propietario del inmueble.

Seguridad garantizada

El alcalde manifestó que es lógico que hechos como éste generen miedo entre los vecinos del barrio antiguo, a los que reclamó tranquilidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El concejal de Seguridad Ciudadana, Lluís Pere Alonso, afirmó que los técnicos municipales garantizaban la seguridad de todos los edificios. No obstante, ante la actitud de algunos vecinos que desconfiaban de los técnicos, el Ayuntamiento decidió poner a su disposición a cuatro arquitectos, que, acompañados de los inquilinos, iniciaron una inspección piso por piso. Los afectados denunciaron falta de atención del Ayuntamiento y afirmaron que tras lo ocurrido el sábado ya no se fían de los técnicos. Algunos exigieron un certificado de que sus pisos no corren peligro de hundimiento.

Marta Camps, concejal de Urbanismo, aseguró que los inmuebles desalojados no resultaron afectados por el hundimiento. "Si hay alguna deficiencia es porque ya la tenía antes. Lo que ocurre es que ahora hay psicosis en el barrio y todo el mundo ve grietas y peligros", señaló Camps, que a raíz de este incidente ha ordenado una inspección de todos los solares del centro histórico para evitar que se repita un hundimiento similar al del edificio de la calle de Cavallers. La concejal aseguró que si los técnicos detectan anomalías, se obligará a los dueños a repararlas inmediatamente.

Ros se comprometió a facilitar esta semana, de manera temporal, una vivienda de protección oficial en el mismo barrio a las cuatro familias que vivían en la casa siniestrada.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_