Baptista, otro lesionado

Baptista se plantó. Bajó la cabeza y se tocó la rodilla izquierda en el medio del campo. Fue el anuncio de su retirada. Sufre un esguince en el ligamento lateral de la rodilla izquierda. Hoy será sometido a una resonancia magnética para determinar su alcance. Su baja, que lo descarta para el partido contra el Valencia, el domingo, se suma a la de Ronaldo, por lesión articular, y a la de Salgado, por una rotura fibrilar.

No se sabe si fue la baja de Baptista la que llevó a Luxemburgo a tomar una decisión que parece incomodarle: dar entrada a Guti. ¿Fue porque Baptista se lesionó o porque pretendía introducir un pasador que rompiera la presión noruega? "Guti entró porque entró", fue la respuesta del técnico a la pregunta del cambio que permitió al canterano dar un vuelco al partido. "¡No se puede preguntar siempre lo mismo!", lamentó. Pero reconoció que la entrada de Guti había sido importante porque había dotado de más "calidad" al medio campo. "Con Guti", dijo el entrenador, "tuvimos más la pelota, comenzamos a movernos más sin balón, a entrar más por las bandas con Beckham, Diogo, Roberto Carlos, Raúl...".

Con el 0-1 en contra, Luxemburgo aprovechó el descanso para anunciar a los jugadores que había que tomar una decisión: "¿Qué queréis? ¿Clasificaros ahora o tener que buscar la clasificación en Trondheim y en Atenas?".

La respuesta fue inmediata. Con Guti distribuyendo y lanzando, el Madrid levantó el vuelo. "Guti está contento", dijo el técnico; "está motivado, flaco... vive un gran momento. Y yo me llevo muy bien con él".

Sobre la intermitencia de Robinho, que intentó muchas jugadas sin terminarlas, el técnico fue categórico: "Robinho está ansioso. Aquí se juega a otra velocidad y debe aprenderlo. En Brasil ya sabía cuanto tiempo tardaban los centrales contrarios en llegar. Aquí aún mide mal".