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China lanzará en octubre su segunda misión espacial tripulada

La nave 'Shenzhou VI' reanudará el programa que comenzó con éxito en octubre de 2003

China ha iniciado la cuenta atrás. Si el tiempo lo permite, Pekín colocará el próximo 13 de octubre la nave Shenzhou VI en órbita terrestre, con dos tripulantes a bordo, según ha informado la prensa local. Se trata de la segunda misión espacial tripulada que lleva a cabo el país asiático tras la que realizó con éxito en octubre de 2003 con un único astronauta. El lanzamiento está previsto a las 11 de la mañana desde la base de Jiuquan, en el desierto de Gobi. Se prevé que el vuelo dure cinco días.

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A diferencia de la misión anterior, los tripulantes vivirán en esta ocasión en el módulo orbital, uno de los tres que componen el vehículo espacial. Los otros dos son el propulsor y el de regreso. Los astronautas elegidos serán probablemente Zhai Zhigang y Nie Haisheng. Se trata de dos astronautas que ya participaron hace dos años en el programa de selección para el primer vuelo especial, en el que finalmente fue designado Yang Liwei, un piloto de las fuerzas aéreas que entonces tenía 38 años, según ha afirmado el propio Yang.

El despegue tendrá lugar a media mañana para mejorar la seguridad y permitir que los técnicos encargados del lanzamiento dispongan de tiempo suficiente para los preparativos finales, según han explicado las autoridades.

El vuelo de hace dos años convirtió a China en el tercer país del mundo en enviar un ser humano al espacio, tras la antigua URSS y Estados Unidos. La nave aterrizó en las praderas del noroeste del país, en la región autónoma de Mongolia Interior, después de 21 horas y 14 vueltas alrededor de la Tierra. El éxito de la misión provocó el entusiasmo de los líderes chinos, que habían optado por no emitir en directo el despegue por miedo a que algo fallara.

Retransmisión

La confianza parece haber mejorado. La cadena de televisión estatal CCTV mostrará en vivo tanto el lanzamiento como el regreso, lo que ha disparado los precios de los espacios publicitarios, que oscilan entre 2,56 millones de yuanes (262.000 euros) por cinco segundos y 8,56 millones de yuanes (876.000) por 30 segundos. La prensa local asegura que, según algunos expertos, 500 millones de personas seguirán en directo el despegue, casi un 40% de los 1.300 millones de habitantes que tiene China.

La Shenzhou VI (Nave Divina VI en chino) ha sufrido numerosas modificaciones respecto a la cápsula anterior, para adaptarla a las nuevas condiciones y a los ensayos científicos que serán llevados a cabo. Según Yang, el viaje será más cómodo. Los taikonautas, como los denomina Pekín -en mandarín espacio se dice taikong-, dispondrán de comida caliente (arroz, pollo y ternera, entre otros), sacos de dormir y equipamiento higiénico.

El programa espacial chino, que está enmarcado en la estructura del ejército, tiene múltiples objetivos: por un lado, aprovechar los beneficios tecnológicos y científicos que aporta su desarrollo, y, por otro, explorar las posibilidades económicas del espacio. Todo ello sin olvidar su componente militar y su contribución al orgullo nacional y al prestigio del país.

China tiene en marcha un programa lunar, cuya primera fase es una misión orbital en 2007 para realizar un mapa tridimensional del satélite terrestre. Tres años después, enviará un vehículo a la superficie lunar. Pekín pretende construir también una estación espacial en las próximas décadas. Programa lunar

Pekín inició su programa de investigación espacial en la década de los sesenta, con la ayuda de la extinta Unión Soviética. Colocó su primer satélite en órbita en 1970. La cápsula Shenzhou es resultado del acuerdo alcanzado a mediados de los noventa entre Pekín y Moscú para utilizar la tecnología del programa Soyuz.

La NASA (la agencia espacial estadounidense) anunció la semana pasada que espera volver a enviar astronautas a la Luna en 2018. El proyecto está cifrado en 104.000 millones de dólares. Los expertos aseguran que el interés de países como China o India por la exploración lunar es una de las razones que ha impulsado a Washington a dar este paso.

Yang Liwei, tras el aterrizaje de la cápsula <i>Shenzhou</i> en 2003.
Yang Liwei, tras el aterrizaje de la cápsula Shenzhou en 2003.ASSOCIATED PRESS

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