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Reportaje:

El Barça riega de un pozo y Montjuïc, del grifo

El Ayuntamiento de Barcelona construirá un depósito para agua del freático junto al castillo de Montjuïc

Lliçà d'Amunt (Vallès Oriental) decidió ayer suprimir la remojada que se hacía en el correfoc que se celebra durante la fiesta mayor de la localidad. ¿El motivo? La sequía. Cualquier gesto es bueno para ahorrar agua y, sobre todo, para concienciar a la población de la conveniencia de participar en las políticas de ahorro. La norma no habla de estos actos y deja las cosas al libre arbitrio municipal. Tarragona mantuvo su fiesta remojada, Lliçà la ha suprimido.

La norma regula, en cambio, lo que pueda ocurrir en los campos de golf, pero no se refiere a otros puntos donde el césped es tan esencial o más: los campos de fútbol. Miden, aproximadamente, una hectárea y cuando son de hierba necesitan agua. La norma publicada en el Diari Oficial de la Generalitat el pasado 23 de mayo trata estos espacios como "jardines" y el artículo 13.3 sugiere que habrá que reducir el uso de agua al "mínimo indispensable" sin que se pueda superar en ningún caso los 450 metros cúbicos por hectárea y mes. ¿Se cumple en los campos de fútbol del Barcelona y en el municipal estadio de Montjuïc?

Montjuïc no dispone de pozos por la orografía del terreno y utiliza agua potable

El Barcelona utiliza agua sacada directamente del freático. En el momento de la construcción del campo ya se previó la necesidad de agua y el club dispone de un pozo del que se abastece. El estadio de Montjuïc, en cambio, no dispone de pozos ni, por la orografía del terreno, puede, de modo que utiliza agua potable.

Lo cierto es que parte de la montaña de Montjuïc se riega con agua procedente del freático barcelonés (agua que se extrae del subsuelo y que no es apta por el consumo doméstico). Agua que no procede de la propia montaña, formada por un terreno rocoso, sino que es transportada hasta un depósito artificial y luego utilizada para el riego aprovechando la fuerza de la gravedad. Esto significa que se riega con este tipo de agua la parte que se halla por debajo del depósito. Y éste se encuentra, precisamente, a la altura del estadio olímpico Lluís Companys, de propiedad municipal y utilizado ahora por el RCD Espanyol de Barcelona, según explica Joan Conde, gerente de Servicios Urbanos y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona.

El Ayuntamiento entiende que en estos momentos el consumo de agua para el riego del estadio es el legal, no se superan en ningún caso los 450 metros cúbicos y se utiliza el método de aspersión, que permite cubrir una gran superficie con el mínimo consumo. De todas formas, una interpretación más amplia de la ley (y es el propio municipio el que debe interpretarla) permitiría suponer que como espacio deportivo se podrían llegar a utilizar hasta 600 metros cúbicos por hectárea y mes.

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"Es fantástico que el Barça fuera tan previsor. En Montjuïc era imposible hacer un pozo porque en el subsuelo no hay agua", explica Conde. El Ayuntamiento tiene previsto un segundo depósito junto al castillo de Montjuïc; cuando esté construido, el estadio podrá ser regado con agua procedente del freático, igual que parte de los jardines en los que ahora se utiliza agua del grifo. Mientras tanto, lo único que se puede hacer es gastar la menos posible, y esperar que no entre en vigor el decreto de emergencia. En ese caso, el estadio posiblemente se quedaría sin riego y el pozo del Barça sería expropiado.

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