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Los líderes de los socialistas franceses reavivan su enfrentamiento

La primera batalla cara a cara de la guerra por el control del Partido Socialista (PS) francés tiene lugar este fin de semana en la ciudad de La Rochelle, en la universidad de verano que tradicionalmente realizan por estas fechas los socialistas galos en este puerto atlántico. Bajo el lema: "Combatir la derecha, proponer desde la izquierda", más de 2.000 militantes y la casi totalidad de los pesos pesados del PS estudiarán a través de 26 talleres, los errores que ha cometido la derecha desde que recuperara el poder en 2002 y las propuestas alternativas que la izquierda aplicaría a los problemas de Francia.

Sin embargo, bajo esta premisa tan constructiva, lo que en La Rochelle se está perfilando son las alianzas entre las distintas corrientes para intentar hacerse con el control del partido en el congreso extraordinario que tendrá lugar en noviembre, que en estos momentos son, básicamente un pulso entre el ex primer ministro Laurent Fabius y el primer secretario François Hollande, representantes, respectivamente de los noístas, quienes hicieron campaña contra la Constitución europea en el pasado referéndum, y los siístas; el aparato del partido que propugnaba el voto a favor.

Hollande se las había arreglado para defender su posición desde primera hora de la mañana en una larga entrevista en Le Nouvel Observateur. "Asumo mi balance", decía, "y no he acabado mi labor". Hollande se aferra al mandato que recibió de la militancia y quiere mantenerse hasta después de las elecciones presidenciales de 2007. La noche del jueves, recibió la visita del que fuera primer ministro, Lionel Jospin, que tiene su segunda residencia en la vecina isla de Ré, Jospin rechazó pronunciarse sobre la crisis del partido, si bien una encuesta publicada el jueves le sigue situando como la personalidad más representativa de la izquierda.

Hollande contra Fabius

Esta misma encuesta sitúa muy por delante de Hollande a Fabius, que se consagró como líder de la campaña del no a la Constitución y que ahora se reivindica como el único capaz de reunir a la izquierda en vistas a las elecciones presidenciales de 2007. La llegada de Fabius al Espace Encan de La Rochelle, ayer al mediodía, entre un remolino de cámaras y el fervor de un buen grupo de militantes, dejó claro quién va a ser la estrella de esta universidad de verano. Como si quisiera marcar su territorio, el ex primer ministro abandonará hoy La Rochelle y no asistirá el domingo al discurso de clausura que pronunciará Hollande.

Fabius tiene que escoger aliados y de momento podría encontrarlos entre los noístas de la corriente Nuevo Partido Socialista (NPS) de Arnaud de Montebourg y Vincent Peillon y la del antiguo primer secretario Henri Emmanuelli. Fabius se reunió con los medios de comunicación en un bar del puerto, y repitió que, por un lado, no es candidato a la dirección del partido, y por que quiere "reunir a la izquierda". Es decir: quiere ser candidato presidencial, pero no luchar por el control del PS.

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