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Reportaje:FORMACIÓN Y EMPLEO

Temporalidad extrema

En España se registran unos 200.000 contratos de siete días o menos de duración cada mes

Amaya Iríbar

Las empresas españolas registran cada mes en el Inem unos 200.000 contratos de trabajo que duran una semana o menos. Se trata en su gran mayoría de firmas del sector servicios que usan estos minicontratos para hacer frente a circunstancias concretas -ferias, campañas de venta, etcétera- y en algunos casos, según los sindicatos, para ahorrarse sueldos y cotizaciones.

El número de 'minicontratos'ascendió hasta los 2,34 millones durante el transcurso de 2004, lo que supone el 14,3% del total

La temporalidad es uno de los grandes problemas del mercado laboral español. Uno de cada tres trabajadores -33,3% según un estudio de UGT con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA)- no se beneficia de las ventajas de tener un contrato indefinido. Esta cifra, que se ceba sobre todo en las mujeres y los jóvenes, aleja a España de sus principales competidores europeos, ya que supone casi triplicar la temporalidad media de los 25 países que forman la Unión Europea (UE), que está en el 13,6%.

El ejemplo extremo de esta situación son los alrededor de 200.000 contratos de siete días o menos de duración registrados en el Instituto Nacional de Empleo (INEM) cada mes. El pasado mes de julio fueron 202.903 y en lo que va de año ascienden a 1.395.904. Esto supone alrededor del 14% de todos los contratos registrados en el organismo público en los primeros siete meses del año. En 2004 estos contratos semanales ascendieron a 2.341.346 (14,3% del total).

Esto no quiere decir que 2,3 millones de asalariados sufran una situación de extrema inestabilidad, pues es habitual que el mismo trabajador firme varios contratos al año, en algunos casos decenas.

Los minicontratos crecen de forma muy ligera en los últimos años, si bien en 2005 lo han hecho a un ritmo mayor que la contratación. Si en los siete primeros meses del año el número de contratos registrados en el Inem creció un 1,08%, los que duran como mucho una semana lo hicieron el 5,7%.

La gran mayoría de ellos (89,6%) corresponden al sector servicios. Este porcentaje puede resultar engañoso, pues si estos trabajadores son contratados a través de una empresa de trabajo temporal (ETT) o una subcontrata, lo que es habitual según los sindicatos, quedan registrados como empleados del sector servicios, aunque su puesto sea el de peón albañil en una obra o el de jornalero en la recogida de la fresa, subraya Pepe Calleja, del Gabinete Técnico Confederal de UGT.

Lo que no se da en estos casos es una discriminación por sexos. Si la temporalidad parece cosa de mujeres y jóvenes, en el caso de los contratos más cortos hombres y mujeres van casi a la par: 51,6% de mujeres frente a un 49,4% de hombres en los siete primeros meses del año.

Despidos de fin de semana

Aunque Adecco, una de las mayores ETT, no ha podido facilitar los datos relativos a estos contratos de cortísima duración, el último informe trimestral de la patronal AGETT, de la que forma parte la multinacional y otras cinco grandes ETT, constata que el 59,7% de los contratos gestionados por sus miembros entre enero y marzo de este año tuvo una duración de 10 días o menos (el informe no desagrega los datos de la misma forma que el Inem). En ese trimestre Adecco, Alta Gestión, Flexiplan, People, Randstad y Vedior, movieron 147.112 contratos de puesta a disposición de entre 1 y 10 días de duración.

Muchos de estos minicontratos, sean gestionados a través de una ETT, directamente por las empresas o por cualquier otra vía, corresponden a puestos que por propia definición tienen una vida corta y por tanto son perfectamente legales. Como las azafatas que asisten a un congreso de tres días, los teleoperadores de una campaña de venta o las sustituciones forzosas de trabajadores en plantilla. En otros casos detrás de esos contratos se esconde la picaresca de algunos empresarios sin escrúpulos que fuerzan la ley al máximo en perjuicio de sus trabajadores, casi siempre no cualificados, aseguran en los sindicatos CC OO y UGT. "En casos extremos nos hemos encontrado empresas que hacen contratos de lunes a viernes para no pagar el fin de semana", asegura Carlos Martín, del Gabinete Técnico de CC OO.

Otras fuentes aseguran que algunos colegios y academias de enseñanza privadas despiden a sus profesores en verano para contratarles con el comienzo del nuevo curso escolar y que este tipo de situaciones también se pueden encontrar en el sector de la hostelería.

De esta forma, la empresa no sólo se ahorra el sueldo correspondiente al fin de semana o al mes de vacaciones forzosas, sino también las cotizaciones. Además, estas situaciones pueden esconder un encadenamiento de contratos al mismo trabajador, que de esta forma ve reducidos e incluso suprimidos sus derechos laborales: vacaciones pagadas, indemnizaciones por despido, percepción del desempleo, permisos, formación... "El núcleo de la legislación laboral no se aplica [en estos casos]", resume Pepe Calleja.

A pesar de ello, son muy pocos los trabajadores que se deciden a denunciar su situación, reconocen las fuentes sindicales consultadas. Para el técnico de UGT dos hechos explican estas decisiones: suele resultar difícil demostrar que se trata de una situación irregular y, sobre todo, "la recompensa no merece la pena". Puesto que son trabajadores por días, las indemnizaciones correspondientes resultarían bajas.

Por eso Calleja aboga por una mayor intervención administrativa, por hacer un seguimiento de estas situaciones que permita detectar los contratos irregulares.

Una empresa de trabajo temporal (ETT) en una imagen de archivo.
Una empresa de trabajo temporal (ETT) en una imagen de archivo.JULIÁN ROJAS

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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