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Ninette

Esta semana en los cines Princesa de Madrid he visto dos películas que hablan de París. La francesa Usted primero (Après Vous), de Pierre Salvadori, una divertida y deliciosa comedia sobre esas cosas que hacemos o podríamos hacer en las ciudades: trabajar, olvidarnos del trabajo comiendo en restaurantes con maître y sumiller, y enamorarnos o desenamorarnos. Tanto en Madrid como en París, cada uno de nosotros, con unos cuantos sitios que frecuentar y unas cuantas personas que den juego, está en condiciones de crear su pequeña historia melodramática. Restaurantes, flores, champán, lágrimas y las risas cómplices del espectador. Salimos de la película con la sensación de haber estado allí, pero de no tener fotos que enseñar.

Lo mismo le sucede al pobre y afortunado Andrés de Ninette, la última película de José Luis Garci. Por cierto, ¿la han visto ya? ¿No? Pues se la recomiendo si quieren pasar dos horas con una sonrisa permanente en la boca y con Elsa Pataki. Lo que a mí me sucedió fue que me senté en la butaca, dejé la mente en blanco y esperé el momento en que el arranque de una película se te mete o no se te mete en el cuerpo. Esta es invasiva. Comienza por el oído, con la música. Pasa por la cabeza, donde se queda un buen rato seduciéndonos con la frescura e ingenio de Miguel Mihura, un talentazo, que llevó al teatro la alegría de saber que la vida es completamente absurda. Y terminamos abducidos por los actores en sintonía con el inteligente y tierno sentido del humor de Mihura. Todo bajo la batuta de un Garci inspirado que mantiene la fe, la ilusión, en el trabajo artesanal y en la calidad de los actores españoles. Desde el veterano Fernando Delgado, a la sorpresa de Mar Regueras, pasando por un convincente Enrique Villén en el papel de Armando, sin olvidar a Beatriz Carvajal y a Miguel Rellán. En cuanto a Carlos Hipólito, creo que la primera vez que lo vi fue en la obra de teatro de Ruiz de Alarcón, La verdad sospechosa, dirigida por Pilar Miró, y me dejó flipada. Es un actor de matices. Parece que tenga dentro un termorregulador que no deje salir fuera efluvios interpretativos que no vengan a cuento. Quiero decir que está en su punto. De hecho este año ha recibido el premio Mayte por su actuación en El Método Gronhölm. Si no digo que tiene una cara angelical no me quedo a gusto, pero, ojo, una cara en la que la aspereza o la seriedad pueden dar miedo.

Esta película es un buen homenaje al centenario del autor de Tres sombreros de copa o Maribel y la extraña familia, que renovó el lenguaje teatral y propuso otro modo de afrontar la estrechez y mediocridad de la época. "¿Está usted casado? Sí, pero poco". Donde esté la ironía que se quite el sermón. Donde esté el humor, que se quiten las grandes palabras cargadas de buenas intenciones. No se trata de ir de cómico por la vida ni de vivirla como si estuviéramos en una serie de televisión. Se trata de un pequeño quiebro en la conversación, de un pequeño giro en la mitad de la rutina, que nos acerca a los demás. Se trata de una rara capacidad para hacer más jugoso el día a día.

Fue un hallazgo crear el personaje de Ninette. Sensual, graciosa, lista. Qué intuición la de Mihura que le llevó a anticipar a la primera Ninette de un mundo lleno de ellas. Ahora mismo en Madrid hay ninettes rumanas, ecuatorianas, colombianas, polacas, africanas, nacidas aquí, cuyos padres proceden de una remota Murcia en alguna parte del orbe. El tiempo y los acontecimientos han ido consolidando a Ninette como personaje universal, que juega con la tradición y el progreso a favor de su libertad personal. Una criatura carnal y razonadora que parece surgir del encontronazo entre pasado y futuro. Garci, en cambio, la hace surgir de un traje rojo y de unas estupendas piernas subiendo por las escaleras de ese piso parisiense, del que ya no saldrá Andrés, ni falta que le hace. Qué buena idea que París continúe siendo un sueño durante toda la historia. Mientras que Ninette se va haciendo cada vez más real. Por cierto, Elsa Pataki está que se sale en este papel. Sinceramente, hasta ahora me temía que se la sobrevalorase. Y no. Me ha convencido. Es una actriz que ha sabido crear para estos nuevos tiempos una mirada y una sonrisa completamente Ninette. Tampoco de esta película nos hemos traído fotos de París. Sin embargo, podemos asegurar que hemos estado allí y en Murcia, gracias a un señor que confesó: "Yo decidí nacer en Madrid porque era lo que estaba más cerca de Chicote".

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