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Reportaje:

Retorno a las raíces de la medicina

Un estudio revela el importante aumento del consumo de hierbas medicinales

Proceden de dos vertientes diferentes de la Medicina. Joan Pellicer es médico experto en Etnobotánica, y un referente por sus conocimientos de la botánica valenciana. Paco Devesa es médico de digestivos en el servicio de Medicina Interna del hospital Francesc de Borja de Gandia. Devesa coordinó un reciente trabajo sobre el consumo de hierbas medicinales entre los pacientes que acudían al centro sanitario. El resultado se ha publicado en la prestigiosa revista Gastroenterología y Hepatología. Hacía tiempo que la idea del estudio le rondaba e involucró en el trabajo a Pellicer. Sólo existía un precedente de un estudio de este aspecto en España, en asistencia primaria y con un muestreo menor; y una encuesta estatal realizada en Estados Unidos sobre el uso la medicina alternativa, entre los años 1990 a 1997.

El trabajo se desarrolló durante cinco meses, a través de encuestas realizadas en la consulta hospitalaria a 539 pacientes. Colaboraron todo el equipo de Digestivos, los residentes de Familia, Andreu Nolasco, en el asesoramiento estadístico, y Josep Lluís Frasquet, profesor de la cátedra de Historia de la Medicina. El objetivo era conocer el consumo que todavía hoy perdura de las hierbas medicinales tradicionales, su frecuencia de uso, las especies más utilizadas, y el perfil del consumidor. El estudio constató un "elevado consumo" de hierbas medicinales entre los pacientes encuestados, con un importante índice de "autopreinscripción", en una cuarta parte de los casos por recolección o cultivo propio. "Sólo hay que mirar las herboristerías, vuelven a estar de moda", señala Devesa. El perfil del usuario respondía principalmente a mujeres, con un nivel cultural alto (universitarios), que consumían también medicina convencional, como psicofármacos. "La gente culta vuelve a las raíces, se fija en las cuestiones de la naturaleza", apunta el médico. Estos pacientes optaban por las hierbas ante enfermedades funcionales y patologías de tracto digestivo bajo, es decir, para reducir síntomas de ansiedad, depresión, empachos, estreñimiento, dolores abdominales, en el hígado o problemas para orinar. Las hierbas más utilizadas abarcaban 57 variedades de plantas, entre ellas la camomila, el timoner, el rabo de gato o la valeriana, y el grado de satisfacción mayoritario por su uso era "bueno o excelente". Pellicer, que durante años ha investigado y continúa indagando sobre el uso popular en el ámbito rural de las plantas, se ocupó de traducir estas hierbas al lenguaje científico.

Según Devesa, el abuso de la medicina alternativa, al igual que la convencional, puede acarrear peligros potenciales. "Las plantas pueden curar pero también matar", advierte. "La gente no sólo toma hierbas sino también medicamentos, y puede que una hierba interaccione con un medicamento y haga que no sea útil o potencie el efecto", muchas veces desconocido por los pacientes pero también por los profesionales de la medicina. Por ello, aboga porque la medicina integrada contemple un conocimiento más profundo de la medicina alternativa en general, y de las hierbas medicinales en particularidad. En las décadas de los cuarenta a los sesenta "lo natural se desprestigió", y la disciplina sobre el conocimiento de la Botánica fue excluida de las universidades de Medicina en 1963. El estudio sugiere el retorno de esta disciplina a los programas de la licenciatura y posgrado en los estudios de Ciencias de la Salud. Propone también que en las consultas se pregunte al enfermo sobre el uso anterior o actual de estas sustancias a la hora de establecer los tratamientos. Un tercio de la población acude hoy en día a la medicina alternativa.

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