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Bush recibe hoy a Rajoy junto a la dirección de la Unión Demócrata

El líder del PP desea que Zapatero tenga una relación normal con el presidente de EE UU

La dirección de la Unión Demócrata Internacional (IDU), que agrupa a partidos centristas, conservadores y democristianos de 60 países, será recibida esta mañana por George W. Bush en la Casa Blanca. En la delegación estará el líder del PP, Mariano Rajoy, que sustituye desde ayer a José María Aznar en una vicepresidencia de la IDU. "A mí lo que me gustaría es que el presidente español tuviera una relación normal con el presidente de EE UU", declaró.

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Aunque el encuentro es colectivo, Rajoy será recibido en la Casa Blanca antes que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "A mí no me parece chocante", dijo el líder del PP. "A mí lo que me gustaría es que el presidente español tuviera una relación normal con el de EE UU. Es incomprensible la política del Gobierno de Zapatero; yo vengo aquí como presidente de un partido que cree que su país debe tener buenas relaciones con EE UU, pero no vengo como líder de la oposición, sino como vicepresidente de la IDU. Lo que yo opino sobre la política exterior de España es sobradamente conocido; creo que no nos ayuda nada, pero insisto: no vengo a hablar de España. No vengo a suplantar al presidente del Gobierno, porque no es mi papel".

Rajoy, acompañado por Jorge Moragas, secretario de Relaciones Internacionales del PP, dijo que no sabía bien cómo iba a ser el desayuno de trabajo con Bush: "Si hay oportunidad, hablaré de la competitividad, la lucha contra el terrorismo y el intento de mejorar el nivel de vida en todos los países del mundo". En Washington, dijo el líder de la oposición, la IDU abordó el asunto de la coordinación de las democracias "para hacer frente al terrorismo, una de las amenazas más grandes contra la libertad y los derechos humanos".

Rajoy almorzó ayer con Rodrigo Rato, director gerente del FMI y ex vicepresidente del Gobierno, aseguró que no habían hablado de política nacional, y añadió que fue una conversación muy útil "entre dos viejos amigos, en la que hemos abordado los problemas de la globalización, la competitividad, la necesidad de liberalización y de mejorar la formación de la gente y los cambios en la economía mundial".

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