Londres musical
Si tuviese que elegir una segunda patria, la cantante maña, que estos días está de gira con su disco Pájaros en la cabeza, elegiría Londres, la ciudad víctima de los terribles atentados de la semana pasada, de la que se enamoró en 1999 y donde ha grabado sus tres últimos álbumes.
¿Por qué ese amor?
Es una ciudad muy abierta, con una mezcla de gente de todos los colores y diferentes formas de vivir. Cualquier cosa que se te ocurra la puedes encontrar: discos, libros, arte...
¿Con qué barrio se queda?
Con Brixton, el barrio negro, que es donde viví. Por la calle escuchas reagge, hip-hop... Es un barrio muy rítmico.
¿Es un barrio peligroso?
Boletín
Lo era en los setenta, cuando The Clash cantaba Gangs of Brixton. Ahora las parejas son multirraciales y los problemas no tienen tanto que ver con temas de raza, más bien con drogas. Hay que tener cuidado.
¿Qué lugares solía visitar?
El Bug Bar, un restaurante en la capilla de la iglesia de St Matthews, donde se come bien. Dogstar, que parece un pub pero es una discoteca que se pone a tope. Y los domingos iba al mercadillo de Spitalfields.
¿Qué lugar recomendaría para una noche inolvidable?
The Foundry, en Old Street. Ponen música garajera y abajo hay una sala para teatro, arte... Allí pasé una noche muy divertida. Bajé y había montada una carrera de gusanos.
¿Apostó?
No. No sabía bien la mecánica del juego. Observaba y me reía.