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Los centros de secundaria de Brasil ofrecerán el español como asignatura

Unos 11 millones de estudiantes están matriculados en esta etapa no obligatoria

Juan Arias

El Parlamento brasileño aprobó ayer por aclamación y definitivamente la ley que llevará el español a todas las escuelas de secundaria del país para aquellos alumnos que quieran estudiarlo. Con ello se pone fin a un debate que se inició en 1991. La nueva ley, que ahora deberá ser refrendada por el presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, establece que los tres cursos de la enseñanza secundaria (de 14 a 17 años) deberán ofrecer obligatoriamente la posibilidad de estudiar español. En esta etapa, que es voluntaria, están matriculados 11 millones de estudiantes.

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En Brasil son obligatorios los ocho años de la escuela básica, a la que acuden el 97% de los niños, unos 35 millones. La etapa secundaria es opcional, pero el Gobierno de Lula está estudiando la posibilidad de hacerla también obligatoria. En este momento, a pesar de ser voluntaria, los alumnos que frecuentan la secundaria suman unos 11 millones, de ellos cerca de dos millones estudian en centros privados. Hasta ahora, las escuelas ofrecían un idioma extranjero de forma obligatoria, pero ninguno en concreto; solía ser el inglés. En el 80% de los colegios privados ya se enseña hoy español.

Ahí reside la importancia de la nueva ley, según el consejero de Educación de la Embajada de España en Brasil, Jesús María Cordero, puesto que con ella "acaba el factor de exclusión social", ya que el 80% de los estudiantes del país estudian en escuelas públicas. Hasta ahora éstas no podían, por falta de medios, ofrecer la enseñanza del español.

Ahora esa posibilidad estará al alcance de todos ya que el Estado estará obligado a facilitar a las escuelas públicas los medios e instrumentos para que todos los alumnos que lo deseen puedan aprender español. Como se dijo ayer cuando se debatía la ley en el Parlamento, en la actualidad no existe niño en Brasil "que no desee estudiar español" si se le ofrece esa posibilidad. Los centros escolares tendrán, a partir de hoy, cinco años para implantar estas nuevas enseñanzas. En algunos estados, como Brasilia, la obligación se está extendiendo también a la escuela primaria.

La idea de hacer la enseñanza del español obligatoria en Brasil comenzó ya en 1991 con el pensamiento puesto en el Mercosur (Mercado Común del Sur del que forman parte Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

La reciente historia de esta ley ha tenido un recorrido difícil y polémico. Franceses e ingleses, por ejemplo, se oponían a que sólo el español fuera un idioma obligatorio en las escuelas brasileñas. Pero, poco a poco, los diputados y senadores se fueron convenciendo de la importancia de que el país hablara español para la integración de Brasil no sólo en el Mercosur sino en el resto de toda América Latina y en Europa a través de España.

Una de las grandes dificultades y resistencias para aprobar esta medida era que su implantación iba a costar caro a las arcas del Estado ya que serán necesarios unos 200.000 profesores de español y facilitar el material escolar correspondiente. Este gasto se debe a que en Brasil los alumnos de las escuelas públicas no pueden costearse los libros, por lo que les son suministrados por el Ministerio de Educación. En algunas escuelas se estudia el castellano con fotocopias de revistas argentinas y los profesores se han quejado a menudo de la falta de medios para impartir estas clases. También en la Universidad comienza a observarse la preferencia por el español mientras pierde terrno el inglés.

Así pues, al final venció la idea de la obligatoriedad del español para un país como Brasil, que tiene cada día más vocación de liderazgo, dada la importancia que está tomando entre los países en desarrollo y dadas sus dimensiones: 189 millones de habitantes, de los cuales más de 60 millones son jóvenes.

Si en un principio la ley de obligatoriedad del español fue pensada sobre todo para las relaciones entre Brasil y el Mercosur, poco a poco los dirigentes políticos de este país fueron viendo también la importancia de que Brasil hablara español para sus relaciones con Europa, las cuales, como afirmó el Ministro de Educación, Tarso Genro, del Partido de los Trabajadores, "pasan necesariamente por España".

Brasil, en los últimos años se ha ido sintiendo más cercana a Europa que a los Estados Unidos, sobre todo en lo que atañe a la cultura. El sueño de cualquier brasileño hoy es el de visitar Europa, y, dentro de Europa, no esconden su especial simpatía por España.

La aprobación de la obligatoriedad de ofrecer enseñanzas de español en las escuelas ha sido una gran victoria de la diplomacia española y latinoamericana, las cuales, a lo largo de estos últimos diez años han ido haciendo ver a los dirigentes de este país la importancia de hablar español con vistas a una integración cada vez mayor de Brasil con América Latina con la idea de crear en el futuro algo parecido a la Unión Europea en la región. Para ello era importante la integración también de la lengua.

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil.EFE

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