_
_
_
_
_

Encuentros contra la marginación en un centro de menores gaditano

"Mirad, chavales, hay dos caminos. El camino de estudiar y trabajar y ser un tío de puta madre; o el camino de meterte en la droga y hacer el capullo toda la vida". El rapero sevillano Haze conoció ayer a los residentes del centro de menores Bahía de Cádiz, en Puerto Real. Y les habló directamente, sin cambiar el tono y las palabras aprendidas en el barrio donde se crió, el de los Pajaritos. "Un barrio de la periferia de Sevilla, marginado y discriminado", según lo definió. Les explicó que la educación de sus padres, el deporte y la música le han dado la oportunidad de salir hacia delante. Y les invitó a seguir la buena senda.

La visita de Haze forma parte del I Encuentro de Juventud y Marginación, que organizan la asociación cultural Cádiz.doc y Afanas, en colaboración con la Diputación gaditana. Persiguen demostrar que los jóvenes que ocupan las plazas de los centros de menores no son personas irrecuperables. Todo lo contrario. También pretenden hacer ver a sus residentes que existe una realidad fuera, de la que todavía pueden formar parte. "Los medios de comunicación se han acostumbrado a hablar de estos centros como escenarios de incidentes. Nos hemos olvidado que aquí viven niños, que aún tienen una oportunidad", opina el presidente de Cadíz.doc, el periodista José Lorenzo.

Unos 50 jóvenes, del centenar que reside en el centro de Puerto Real, vieron el documental One Dollar, el precio de la vida, un crudo retrato de la juventud marginal de Panamá. Hoy se proyectará otro, Sevilla City, de Juan José Ponce, el viaje por las vidas de una generación de jóvenes sevillanos que utilizan el hip hop para expresarse diariamente.

Tras los documentales, es tiempo para el coloquio, para reflexionar sobre lo visto y para escuchar a los invitados. El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, trató de acercarles fórmulas para la inserción social y el rapero Haze les ofreció la música y su experiencia personal como una salida.

Entre los residentes de Puerto Real, hay autores de robos con violencia, incluso de homicidios. Algunos de barrios marginales. Pero no necesariamente. "Cada vez llegan más jóvenes de familias acomodadas acusados de maltratar a sus parientes más cercanos", explicó el orientador del centro, Ignacio Santiesteban, quien citó a Calatayud para recordar que "nadie está libre de que nuestros hijos cometa alguna barbaridad".

La presencia de Haze causó gran expectación. En sus letras pide el fin de la marginación. Y algunas canciones son un grito contra la droga y la delincuencia. Por eso el rapero no entiende que hayan prohibido su música en algunos centros de menores de Andalucía. En Puerto Real pudo entrar, hablar y cantar. Para enseñarles a los jóvenes el buen camino. Para convertirse en "tíos de puta madre".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_