Mientras Michael Jackson espera en su rancho de Neverland el veredicto del jurado sobre los 10 cargos que pesan sobre él, relacionados todos con un menor de 13 años y entre los que se incluyen unos presuntos abusos, el cantante tiene que resolver otro grave problema: el estado de sus finanzas.
Primero logró la fórmula que conectaba el tango de su vena porteña con el fado de su enamoramiento con Portugal. Ahora, María Lavalle ha encontrado otra puerta que une ambos géneros con el flamenco, y por eso ha pedido a Vicente Soto, Sordera, que le ayude a demostrarlo mañana en el teatro Albéniz, dentro del ciclo Madrid En Canto, donde Lavalle presenta además, junto a su grupo de fadistas y tanguistas, su espectáculo La pena golfa.
VICENTE SOBRINO | Valencia