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Análisis:LA INVESTIGACIÓN PARLAMENTARIA DEL 11-M
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La negligencia como denominador común

Cuando todo hacía presagiar dos realidades diferentes, la noticia es ésta: el PSOE y el PP comparten la idea de que hubo negligencia antes del atentado. Ambos informes describen esos fallos y negligencias. Y, claro, se separan hacia polos diametralmente opuestos cuando explican las razones. El PP es tan despiadado al hablar de los fallos que hasta parece que hubiera gobernado el PSOE el día del atentado. Y tiene el PP para la negligencia una explicación redonda. Al relatar los fallos de coordinación en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se pregunta: "¿Por qué no se empleó una mayor diligencia? Es inevitable que se suscite la sospecha: ¿se quiso deliberadamente no hacer nada?". La sospecha del PP es que hubo una operación desleal dentro de la policía contra el Gobierno para propiciar su caída.

Más información
El PSOE concluye que el Gobierno de Aznar manipuló los datos del 11-M por interés electoral

La hipótesis que ha plasmado el comisionado popular Jaime Ignacio del Burgo se inspira, como mínimo, en dos autores de novelas detectivescas. Uno es Arthur Conan Doyle, y el otro, G. K. Chesterton. El PP se sitúa entre Sherlock Holmes y la trama de El hombre que fue jueves. Si Gabriel Syme es el poeta y policía de Chesterton que se infiltra en la secta anarquista con el nombre clave de Jueves, el 11-M ha sido el producto de una conspiración de confidentes policiales y fundamentalistas musulmanes para desalojar al PP del poder.

El informe del PSOE sitúa esa negligencia como una "clara infravaloración" de los informes policiales que advertían de los riesgos del terrorismo islamista, por un lado, y de dos hechos concretos que reforzaban la amenaza: la adhesión incondicional del Gobierno de José María Aznar a la guerra de Irak en marzo de 2003 y el posterior atentado a la Casa de España en Casablanca.

En el capítulo del 11 al 14-M no hay terreno común. El PP sigue insinuando que ETA puede estar presente el 11-M. El mensaje: ¿cómo va a mentir quien un año y tres meses después se mantiene en sus trece?

El escalpelo del PSOE demuestra que el Gobierno de Aznar deformó los datos policiales y engañó a los españoles por interés electoral. Y cita, en passant, a dos conservadores famosos: Nicolas Sarkozy y Silvio Berlusconi. ¡La declaración de Sarkozy del 12-M merece mucha atención!

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