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Una nueva cadena de atentados suicidas causa 24 muertos en Irak

La violencia se ha cobrado la vida de 700 iraquíes y 78 soldados de EE UU en un mes

Una nueva cadena de atentados suicidas con bomba causó ayer la muerte de al menos 24 personas, según un recuento elaborado por la agencia Reuters. Entre las víctimas de los ataques de la insurgencia -que utilizó motocicletas y coches cargados de explosivos- había cargos políticos locales, policías, escoltas de autoridades y numerosos civiles iraquíes, entre ellos un niño.

En la ciudad de Tuz Jurmatu, en la carretera que enlaza Bagdad con la estratégica zona petrolífera de Kirkuk, un conductor suicida empotró un coche cargado de explosivos contra un restaurante en el que comían los guardaespaldas kurdos del viceprimer ministro iraquí Roj Shaways. Al menos 12 personas murieron, entre ellas un niño, y otras 37 resultaron heridas, según fuentes médicas.

Más información
12.000 iraquíes han muerto en atentados en los últimos 18 meses

En Tuz Jurmatu se han producido tres atentados con bomba en los 10 últimos días. Al menos dos de los muertos pertenecían al cuerpo de seguridad del viceprimer ministro, quien no se encontraba en el restaurante en ese momento. El Ejército de Andar al Suna, uno de los grupos insurgentes más temidos de Irak, se atribuyó el atentado mediante un comunicado difundido en Internet.

En otro ataque suicida registrado también ayer murieron al menos cinco personas al estallar un coche bomba en Baquba al paso de un convoy oficial. Husein Alwan al Tamini, vicegobernador de la provincia, murió en el atentado, que se atribuyó la red de Al Qaeda en Irak.

Un tercer ataque se produjo en Mosul, la principal ciudad del norte del país, donde los explosivos ocultos en dos motocicletas estallaron a la puerta de un café frecuentado por agentes de policía. Al menos cinco personas murieron y 13 resultaron heridas.

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En Kirkuk un terrorista suicida hizo estallar su coche al paso de una caravana de vehículos diplomáticos norteamericanos que se dirigía a la Compañía Petrolífera del Norte de Irak, que controla los yacimientos y los oleoductos en esa región. La policía informó de que dos personas murieron y otras 12 quedaron heridas.

En la escalada de violencia desencadenada desde la formación del Gobierno, a finales de abril, han muerto más de 700 iraquíes y 78 soldados de EE UU han perdido la vida en acciones violentas.

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