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58º FESTIVAL DE CANNES

'La guerra de las galaxias' eclipsa 'La batalla en el cielo'

La esperada película del mexicano Carlos Reygadas defrauda en la sección oficial

El espectáculo comenzó con George Lucas, que según los rumores había desembarcado del Queen Mary 2. El enorme y bellísimo barco, dominando todo Cannes, es tan espectacular como su propia película. Una imagen vale más que mil palabras, y ésta es poderío: o prepotencia. Habría sido estupendo que las películas a concurso hubiesen dado la talla en día tan señalado, pero ocurrió lo contrario.

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La guerra de las galaxias (www.starwars.ya.com) fue la estrella de la jornada. Nadie quiso perderse el acontecimiento de ver el último episodio, en el que se descubre el secreto mejor guardado: por qué el jedi Anakin Skywalker se había convertido en el perverso Darth Vader. El público estalló en una ovación cómplice en la secuencia de dicha transformación. Este episodio, La venganza de los Sith, corresponde realmente al tercero de la primera trilogía. El primero en estrenarse, en 1977, correspondía al primer episodio de la segunda trilogía. Un rompecabezas. De ahí que no sea extraño que la productora haya repartido planos con el árbol genealógico de todos los personajes. Y aun así...

La venganza de los Sith cumple lo que promete: como toda la saga, es un espectáculo de armas tomar, divertido, imaginativo, deslumbrante, no exento de humor en la creación de artefactos, naves, robots, seres extraños, situaciones delirantes o duelos con artes mágicas. George Lucas ha hecho una obra faraónica que nos ha ido contando de forma desordenada, dejándonos la cabeza hecha un lío. Ha llegado el momento de verla de un tirón.

Había esperanzas en las dos películas presentadas a concurso, pero defraudaron. La primera, de bonito título, Cuando naces ya no te puedes esconder, está firmada por Marco Tulio Giordana, director de La mejor juventud, película de seis horas que en Cannes entusiasmó hace dos años. Pero lo que en aquella saga era frescura, aquí huele a producto prefabricado. Un niño de 11 años cae al mar desde el yate de su padre. A punto de morir, es rescatado por unos inmigrantes clandestinos que viajan en una patera. El niño descubre entonces otro lado de la vida. Tulio Giordana se alarga y alarga, y con un estilo meloso y de escaso fuste, a pesar de que el guión contiene secuencias valiosas. Hubo alguna risita durante la proyección, especialmente en momentos que olían a paternalismo, o cuando intensos coros subrayaban el lado posiblemente poético de alguna secuencia. La segunda película era la esperadísima Batalla en el cielo, segunda obra del mexicano Carlos Reygadas. Antes del festival ya se hablaba de que iba a ser la joya de la corona, opinión de algunos directores latinoamericanos y de críticos parisienses y diarios franceses; entre unos y otros provocaron tal expectación que originó conflictos a la entrada del cine. Puede que esto contribuyera a que decepcionara tanto como para ser abucheada por un sector de periodistas. Es una estampa negra y sórdida de personajes perdidos. Un matrimonio vulgar, ambos gordos y feos, que ha secuestrado al hijo de un familiar sin poder luego evitar su muerte; una chica rica que se prostituye por placer; alusiones a la influencia de la Iglesia y del Ejército en la tristura de estos personajes, Batalla en el cielo molestó sobre todo por pretenciosa.

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