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Reportaje:

Informáticos de última generación

Mayores ejercen como monitores voluntarios para acercar las nuevas tecnologías a personas de su edad

Serafín Larunbe, de 87 años, aprendió a escribir en un pizarrín. Su trabajo como funcionario le obligó después a aporrear durante muchas horas la máquina de escribir. Aún no ha olvidado el papel de calco que usaba cuando precisaba más de una copia ni las veces que tuvo que repetir un escrito por un error. Ahora lo recuerda con una sonrisa, no sólo porque está jubilado, sino porque conoce las ventajas del ordenador. "Oía hablar a mis hijos y mis nietos de la pantalla, Internet,... y decidí hacer un cursillo", comenta junto a uno de los terminales del centro para mayores Idiakez, de San Sebastián.

Allí tiene su sede social Izarbide, la Asociación de Mayores Voluntarios en Informática de Guipúzcoa, nacida a fines de 2003, después de que la Fundación La Caixa organizase un curso de iniciación a las nuevas tecnologías dirigido a personas mayores. Algunos asistentes creyeron necesario continuar la actividad y se convirtieron en monitores voluntarios, que ayudan a otros mayores a adquirir unos conocimientos básicos y familiarizarse con el ordenador o a resolver dudas una vez que han acudido a un cursillo impartido por un profesional.

Los voluntarios, cerca de un centenar, se reparten por toda Guipúzcoa

Los casi cien voluntarios de Izarbide se reparten por toda Guipúzcoa y atienden a aquellos mayores que se acercan a las aulas de informática de los centros sociales de San Sebastián, Rentería, Irún, Bergara, Legazpi, Eibar y Zumaia. La Diputación y la Fundación La Caixa les facilitan la infraestructura. "Había mucha inquietud por aprender cosas nuevas", asegura el presidente de la asociación, Emilio Benito Martínez.

Muchos de los mayores interesados en las nuevas tecnologías no se han puesto nunca ante de un ordenador, por lo que lo primero es hablarles de la pantalla, el teclado, el ratón,... No faltan anécdotas. "Una vez dije: 'moved el ratón'. Y hubo quien lo movió al aire", recuerda Martínez.

Bromas aparte, el presidente de Izarbide destaca "el gran interés que muestran los mayores y, sobre todo, las mujeres", quienes se interesan más por programas creativos, como el Photoshop o el Power Point. Ellos prefieren buscar información de cuestiones varias. "Y el momento en que reciben su primer mensaje electrónico es la repera", indica Martínez.

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Sus nietos le regalaron a Serafín una cámara digital con la que capturó las últimas nieves caídas sobre San Sebastián. Envió las fotos por correo electrónico a uno de sus nietos, cooperante en India. "Internet te ofrece unas posibilidades interminables", dice ilusionado.A sus 65 años, Begoña Sorozabal disfruta con las posibilidades creativas de las nuevas tecnologías. Trabajaba en una oficina y se "defendía" con el ordenador para hacer facturas, pero ahora es cuando le ha cogido gusto a la computadora. Tiene también una cámara digital y está aprendiendo a hacer cuadros. "Juego con las fotos, añado música,... Me divierto. Es una manera de superarme a mí misma. Al principio me parecía todo chino. Ahora, te enseñan algo y luego tú vas investigando", dice. Voluntaria de Izarbide, apostilla: "Al que sabe más, lo exprimimos. Y al que sabe menos, le enseñamos".

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