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La impronta de la luz marca las fotografías que exhibe Tomy Ceballos

'Fotologías' presenta en Vitoria sus "formas primigenias de la mente simbólica"

Las imágenes de Tomy Ceballos (Caravaca de la Cruz, Murcia, 1959) beben de dos de las primeras formas de reconocerse que tuvo el ser humano: la huella y la sombra. "La fotografía es un medio vivo que se traduce en la huella que deja la luz en el papel", recordaba el artista en la inauguración de su exposición en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria, donde permanecerá hasta el próximo día 15. La ha titulado Fotologías.

La muestra incorpora algunas de las experiencias que realizó el fotógrafo de Caravaca durante los años 90. "Una temporada salvaje, en la que llegué a encerrarme durante una semana sin saber si era de día o de noche, en una voluntad por sentir físicamente el silencio, lo irracional, lo misterioso que alimentan a la poesía", explicó Ceballos frente a unas imágenes de gran formato, que suponen el resultado de una experimentación continua con la cámara y el fotograma.

En la serie Señora amnesia, por ejemplo, la fotografía surge por los fogonazos de una linterna y un borrado posterior con lejía. Es una técnica que se suma a sus quimiogramas, rayografías y otros medios que le han dado fama en su ámbito. Conocidas son sus participaciones en revistas que prestan especial atención a la imagen, como El canto de la tripulación o El paseante.

Ceballos afirma que practica la fotografía en su acepción más etimológica, es decir, "escribir o representar con luz". Para él no hay negativo que medie entre el momento de la creación y su resultado, como le ocurrió al hombre primitivo con su primera referencia de la huella. "Aquel antepasado nuestro que se puso a mirar al sol al salir de la cueva y, ante su fuerza, abrió la palma y la interpuso entre sus ojos y la luz cegadora. Y luego en la penumbra, miró la pared blanca y le apareció el recuerdo de su mano todavía presente en la retina". Con este pequeño relato, Tomy Ceballos trata de explicar el origen de sus instantáneas.

"Efectivamente, toda mi creación está basada en la huella, la forma primigenia de la mente simbólica", resume, mientras reivindica al mismo tiempo la ausencia de método. "La huella es el molde de la ausencia", insistiendo en su voluntad de recuperar lo vivido sin interferencias, aunque no tenga la nitidez del positivado.

Nuevas tecnologías

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Tomy Ceballos es un autor visceral prendido por el experimento y las potencialidades del medio, "lo que le lleva a rescatar formas y técnicas no usuales para recuperar joyas que quedaron por el camino", como narra Pedro Medina en el catálogo de la exposición de Vitoria.

Con todo, no se sustrae a las nuevas tecnologías. Tiene una página en Internet (www.atomyc.com), comentada por colegas como Javier Vallhonrat o filósofos como Félix Duque. Al mismo tiempo, incorpora los últimos adelantos a su trabajo, como él mismo reconoce: "Me fascinan los programas de animación 3-D, cada vez mejores, y las posibilidades artísticas de la nanotecnología, es decir, maquinaria microscópica, microcámaras,..." Su obra se ha expuesto en las principales salas de fotografía de España, como Spectrum de Zaragoza, a la que le dedicó una serie, y en las citas habituales del medio, con PhotoEspaña a la cabeza.

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