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Bono aboga en EE UU por la participación del Ejército en la lucha contra el terrorismo

El ministro considera una "desmesura" relacionar el 11-M con la participación de España en Irak

Miguel González
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"Sería temerario ignorar las aportaciones que desde cualquiera de estos ámbitos se pueden realizar", dijo, para subrayar a continuación que "las Fuerzas Armadas tienen unos cometidos que, sin ser independientes ni a veces exclusivos, resultan indispensables" para combatir el terrorismo. Entre ellos citó la cooperación entre los servicios de inteligencia, la intervención en países que corren el riesgo de quedar a merced de redes terroristas o la destrucción de objetivos relacionados con bandas delictivas que les sirven de apoyo, como los laboratorios de narcotraficantes.

Bono fue presentado por el director del centro, Lee Hamilton, como un miembro muy importante de la gran coalición mundial contra el terrorismo, ante un auditorio de un centenar personas, incluidos numerosos diplomáticos, como el ex embajador en España Joseph Zappala. La intervención del ministro estuvo cuajada de alusiones veladas a los asuntos que más han distanciado al Gobierno socialista español de la Administración de Bush. Bono es el tercer miembro del Gobierno que visita EE UU en menos de un mes, y mañana le seguirá el titular de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, con el objetivo de superar un año de desconfianza e incomunicación entre Washington y Madrid.

El responsable de Defensa expresó su respeto por la veneración que los estadounidenses sienten hacia su bandera y explicó, no sin cierta envidia, que no en todas partes sucede igual. "Estas diferencias en la valoración de los símbolos pueden ser origen, a veces, de algún malentendido", añadió, en referencia a la irritación que produjo en EE UU el que José Luis Rodríguez Zapatero no se levantase al paso de la enseña estadounidense en el desfile del Día de las Fuerzas Armadas celebrado en Madrid en mayo de 2003.

Reaccionar con dignidad

Tras recordar a las víctimas de los atentados del 11-S, subrayó que España lleva varias décadas padeciendo el azote del terrorismo de ETA. "Quizá esta larga experiencia nos permitió reaccionar con dignidad y con templanza el 11-M", dijo, saliendo así al paso de las críticas de quienes desde España o EE UU atribuyeron a una supuesta cobardía el resultado electoral del 14 de marzo. Bono evitó incidir en las diferencias entre Washington y Madrid a propósito de Irak. Así, recordó que la nueva Directiva de Defensa Nacional condiciona cualquier envío de tropas al exterior a su conformidad con resoluciones previas de la ONU, la OTAN o la UE.

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Sobre el combate contra el terrorismo internacional, se mostró partidario de emplear medios militares, pero rechazó atribuir a los terroristas el título de combatientes, como hace la Administración de Bush, y advirtió de que "el imperio de la ley es una conquista de siglos a la que no podemos renunciar. No podemos actuar fuera de la ley, pero debemos hacerlo con la máxima contundencia legal".

En todo caso, puso el acento en la "magnífica" colaboración de las Fuerzas Armadas españolas y estadounidenses en Afganistán, en vísperas del despliegue escalonado del nuevo contingente español, de hasta 540 efectivos, en las localidades de Herat y Qal-i-Naw, zonas más conflictivas que Kabul, donde hasta ahora operaban las fuerzas españolas, según destacó.

En el coloquio posterior a la conferencia, Bono evitó relacionar el 11-M con la participación española en la guerra de Irak. "No voy a cometer la desmesura de unir una acción contraria a cualquier tirano del planeta con una reacción de los terroristas", afirmó, tras subrayar que el análisis de las motivaciones de los terroristas es más propio de psiquiatras que políticos. "Los terroristas matan siempre que pueden y debemos evitar que puedan. No suele haber lógica sino debilidad de los Gobiernos a la hora de plantear sus policías y su previsión", dijo. Sugirió que podría profundizar más en este asunto (la imprevisión del Gobierno del PP antes del 11-M), pero zanjó diciendo: "Fuera de España no me consiento hacer críticas al Gobierno de otro partido".

A preguntas del director del centro, hizo una encendida defensa del papel de la ONU en la lucha contra el terrorismo, tanto por razones de legitimidad como de eficacia. Recurrió a su formación jesuítica para declarar que "el fin no justifica los medios" y realizó una declaración sorprendente en un país que rinde culto a las armas: "Soy ministro de Defensa y prefiero que me maten a matar. Es una cuestión moral". También apeló a sus convicciones religiosas para repudiar a quienes se escudan en el nombre de Dios para justificar la muerte de inocentes. "¡Maldito Dios que promete paraísos a quienes matan a sus semejantes!", clamó.

Antes de su conferencia en el Wilson Center, Bono visitó el cementerio de Arlington, donde rindió un homenaje ante la tumba del soldado desconocido -que alberga restos de militares estadounidenses muertos en cuatro guerras del pasado siglo, las dos mundiales, Corea y Vietnam-, después de que una banda militar interpretase los himnos de España y EE UU.

Bono, durante el homenaje que tributó ayer al soldado desconocido en el cementerio de Arlington.
Bono, durante el homenaje que tributó ayer al soldado desconocido en el cementerio de Arlington.EFE

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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