Putin ofrece a los palestinos asistencia técnica y militar
Tras estrechar sus relaciones con el Gobierno israelí, el presidente ruso, Vladímir Putin, quiso dejar claro ayer en Ramala su apoyo a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ofreciendo un plan de ayuda económica y militar. La asistencia rusa, escalonada en tres fases, significará la entrega de helicópteros, equipos de telecomunicación así como la invitación a decenas de oficiales de seguridad palestinos para participar en diversos cursos de instrucción en Moscú.
En una de las más importantes visitas que recuerda la vetusta Mukata de Ramala desde el inicio de la Intifada, en septiembre del 2000, Putin garantizó al presidente palestino Mahmud Abbas (Abu Mazen) el compromiso de Rusia para hacer avanzar el proceso de paz con Israel y justificó la ayuda prometida: "Tenemos que proveer a los servicios de seguridad palestinos los medios adecuados que hoy en día no poseen. Lo que no se puede esperar es que la ANP luche contra el terrorismo lanzando piedras".
Eso sí, Putin no quiso hacer comentarios sobre los 50 blindados que había prometido recientemente a Ramala. Un asunto delicado para el presidente ruso, ya que, según un dirigente allegado al Gobierno israelí y consultado ayer por este diario, Putin se comprometió el pasado jueves ante el primer ministro, Ariel Sharon, a no vender dicho material militar a la ANP. Sharon, según la misma fuente, no puso reparos en la entrega de dos helicópteros civiles rusos para el uso personal de Abu Mazen.
Putin -recibido ayer con mucho afecto y calor por sus anfitriones palestinos- prometió la asistencia de Moscú en la reconstrucción de la franja de Gaza, muy afectada tras más de 4 años de intensa Intifada. Antes de reunirse con Abu Mazen, el dirigente ruso colocó una corona de flores rojas y amarillas ante la tumba del ex presidente palestino, Yasir Arafat.
El encuentro con Abu Mazen, que duró una hora, fue considerado por oficiales de la ANP como un hecho "muy esperanzador".
Los palestinos no ocultan su deseo de un mayor protagonismo de Rusia y de la Unión Europea en la región para contrarrestar la hegemonía de Estados Unidos.
