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Crónica:FÚTBOL | Ida de las semifinales de la Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Atlético escapa vivo de Pamplona

Osasuna, con un juego rápido, directo y correoso, se impone a un equipo rojiblanco muy desorientado

Sin lecturas negativistas y confiando en el papel de la hinchada rojiblanca, César Ferrando aseguró que su equipo tenía "muchas posibilidades" de colarse en la Final. "Ellos han sido mucho mejores en la primera mitad y han basado su juego en el poderío en el juego aéreo. Creo que ha sido un resultado corto si tenemos en cuenta los méritos de este período", explicó el técnico madrileño. "Creo que tenemos muchas posibilidades de pasar porque ahora viene el partido en el Calderón, con 50.000 personas que dan mucha caña. La afición nos va a hacer ganar", recalcó.

OSASUNA 1 - ATLÉTICO 0

Osasuna: Elia; Izquierdo, Cuéllar, Josetxo, Clavero; Valdo, Pablo García, Puñal, Delporte; Webó y Morales (Milosevic, m. 90).

Atlético: Leo Franco; Velasco (Jorge, m. 91), Pablo, Perea, Antonio López; Sosa (Colsa, m. 61), Luccin; Gronkjaer, Ibagaza, Nano (Salva, m. 61); y Fernando Torres.

Goles: 1-0. M. 26. Valdo resuelve un barullo desde el área pequeña tras un córner sacado por Delporte.

Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a Valdo, Luccin, Velasco, . Expulsó a Cuéllar por doble tarjeta amarilla (m. 81)

Unos 17.000 espectadores en el estadio de El Sadar. Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey.

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César Ferrando: "Han sido mucho mejores"

Tarde de Copa en Pamplona es sinónimo de puro fútbol inglés: balones largos tendidos desde las bandas, prolongaciones de cabeza y mucha presión en el centro del campo que, si no encuentra respuesta, acaba borrando al rival, como le sucedió ayer al Atlético de Madrid. Los de Ferrando se olvidaron de crear y pagaron las consecuencias.

Osasuna saltó firme, centrado y decidido a comprobar la fiabilidad del portero rojiblanco Leo Franco. Anoche, el test dio positivo. Valdo, desde lejos; Pablo García, de falta; Morales, con el pie; Puñal, de libre directo; Webo, desde fuera del área... La primera media hora fue de un asedio incómodo, continuo y muy pegajoso de equipo navarro, hasta que, a la salida de un córner, Patxi Puñal puso el balón blando en el punto de penalti, Valdo remató mal de cabeza y, sin capacidad de reacción, nada más caer al suelo se encontró con el balón muerto en el rechace y marcó de tiro raso

Nano, Sosa, Luccin, Ibagaza y Gronkjaer se buscaban sin éxito. Fernando Torres, sin opciones y de espaldas todo el tiempo, se desesperaba entre carreras desesperadas e intentos de jugada individual. Mientras, Osasuna seguía golpeando al saco de arena, sin descanso, con golpes directos basados en la cabeza de Morales y la electricidad de Webo, ante unos aterrados Pablo Ibáñez y Perea. Sin embargo y pese a las fisuras, los centrales aguantaron los embates de la primera parte y sólo fallaron en el saque de córner que dio lugar al gol de Valdo y en varias entradas desde la banda del leonés de origen caboverdiano.

El resto de los jugadores atléticos, entre vacaciones, libranzas y deserciones en masa, facilitaban el trabajo de los chicos del equipo navarro, que bajaron un punto el tono físico pero siguieron con sus ataques puntuales y horizontales. Osasuna jugaba al pelotazo, que es el componente fundamental de su genética, pero es que el Atlético, que tampoco tiene mucho más, era incapaz de imitarlo ni en eso.

El técnico rojiblanco, César ferrando, trató de cambiar la cara de su equipo en el descanso. Ante el páramo en su centro del campo, Ferrando tiró de Colsa, que más o menos sabe llevar los partidos, y también puso sobre el césped al ariete Salva Ballesta, un acompañante muy necesario para Torres. La decisión técnica actuó como mano de santo. Colsa se impuso en el centro del campo e Ibagaza, con las espaldas bien cubiertas, comenzó a carburar. En el primer balón del que dispuso tras la entrada de Colsa, se inventó un pase diagonal que Salva cruzó demasiado ante la salida de Elía. En el minuto 70, el Atlético de Madrid se convertía en equipo de fútbol consistente y serio. Mientras el Atlético crecía a trompicones en la medular, los navarros perdían gas, quemados por la presión continua y el juego de contacto sin descanso, a lo que se sumó la expulsión de Cuéllar. Durante el último tramo, los jugadores de Osasuna decidieron guarecerse en la conejera y esperaron agazapados en su madriguera a que escampase el temporal con pérdidas de tiempo, tanganas, cambios y entradas muy duras por parte de ambas escuadras.

El fútbol se desvaneció y dio lugar a la lucha callejera, que deja el partido de vuelta recalentado y extremadamente abierto.

Morales, a la derecha, acude a abrazar a Valdo tras el gol de éste.
Morales, a la derecha, acude a abrazar a Valdo tras el gol de éste.EFE

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